Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)

36

Demian se apresuró a retroceder sin hacer ruido, tirando consigo a Skyler y no echar a perder ese momento entre la madre de su novia y Eros Rabanne.
Sin embargo, Skyler se deshizo de su agarre con fuerza y se encaminó hacia su madre.
-¿Pero qué rayos les pasa?-chilló, haciendo que ambos se apartaran bruscamente.
Inmediatamente cogió a su madre del brazo y la alejó con furia de el.
-Hija... yo...
-No digas nada. Mejor sal de aquí porque hablaré con Eros-siseó Skyler con los ojos en llamas. Su madre ni si quiera replicó y salió casi corriendo de la cocina.
Demian se quedó perplejo sin saber que hacer y al final, optó por irse también.

Eros se había recargado en la isla de la cocina, frotándose los labios con las yemas de sus dedos con aire pensativo, sin hacerle caso a la mirada fulminante y lasciva que la chica le regaló.
-Ese comportamiento tan infantil que tienes debes cambiarlo-le aconsejó sin mirarla. Ella alcanzó a verle una tenue sonrisita en sus labios y gruñó. Se estaba burlando de ella y de su madre.
-Maldita sea-espetó Skyler de la peor manera-¡Con mi madre no te involucres, Eros Rabanne! No pienses que porque somos socios en esto del modelaje dejaré que te entrometas en mi familia.

Eros había mantenido su aterciopelada mirada puesta en sus pies, pero aquello lo tomó por sorpresa y se animó a sostenerle la mirada. Jamás había visto unos ojos tan flamantes como los de ella, incluso se sintió perturbado.
-Skyler, calmate.
-¿Por qué habría de calmarme, si acabo de ver como le metías la lengua a mi madre hasta la garganta?-masculló.
-Solo ha sido un beso. Un beso inofensivo.
-¿Te das cuenta que mi madre no es como Daysi Touré?-le lanzó a la cabeza lo primero que encontró a la mano: Una cuchara de madera.
Él los esquivó y la agarró de las muñecas con fuerza para someterla.
-¡Sueltame!-gimoteó la chica, llena de coraje.
Pero no la soltó, sino que la apresó con más fuerza.
-Primero tranquilizate. Estás actuando como una niña-farfulló Eros.

En eso, Demian entró a la cocina y su expresión se ensombreció al ver como Eros tenía agarrada a Skyler y ella forcejaba para soltarse.
-Te dijo que la soltaras-interpuso al tiempo que empujaba a Eros y la abrazaba-¿Qué te pasa, eh?
-Ella se puso como loca y me lanzó esta cuchara a la cabeza-le informó este, sosteniendo la cuchara se madera en alto.
-No es razón para agarrarla de esa manera-la defendió.
-Actuó como una loca-se quejó Eros, meneando la cabeza de un lado a otro.
-¿Y quién no actuaría así? Si acabas de besar a su madre, ¡Joder! Y teniendo una pareja-repuso Demian.

Gracias al alboroto, los abuelos de Skyler hicieron acto de presencia con el rostro confuso. Notaron que su nieta sollozaba en brazos de Demian y no pudieron evitar entrometerse.
-¿Qué está pasando?-preguntaron al unísono.
-Nada. No pasa nada-musitó Skyler, lanzándose una mirada con Eros de desprecio-iré a consolar a tía y a convencerla de irse.

La chica abandonó la cocina y le dio gracias al cielo no ver a su madre.
Aún faltaba alrededor de tres o cuatro horas para el vuelo de su familia y tenía tiempo suficiente para ordenar sus pensamientos y hablar con su madre, evitando así, que se fuese estando peleada.
-Tía, ¿por qué no le llamas a Jack Mali? Te doy su número si gustas-se ofreció.
-Estoy hablando con él por medio de WhatsApp-dijo su tía con una radiante sonrisa-y me está diciendo que vendrá para acompañarnos al aeropuerto.
-Si que te gustó Jack, ¿verdad?-Skyler elevó una ceja en su dirección.
-Es muy atractivo-reconoció su tía con cierto rubor.
-Me gustaría que se conocieran más, ya que solamente salieron una vez en estos dos días.
-Va a intentar ir a San Francisco a visitarme.
-Una gran idea-acotó su sobrina, mordiendose el interior de las mejillas.

Decidió dejar un rato tranquila a su tía y buscar a su madre, quién había desaparecido totalmente después de la riña. Pero para pasar a las habitaciones, tenía que caminar por la cocina, donde Eros, sus abuelos y Demian continuaban discutiendo en voz baja.
Y al verla deslizarse, Eros fue tras ella, dejando a los demás con la palabra en la boca.
-Ella no creo que tenga ganas de hablar contigo ahora.
-¿Y cuándo lo hará? ¿por medio de WhatsApp, cuando esté en casa?-lo empujó con hostilidad, abriéndose paso a la habitación donde se hallaba su madre-y si das un paso más-se volvió hacia él, bloqueandole la entrada-juro por Dios que te golpearé.