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-Lo que estás haciendo es algo que haría una chica de tu edad-sentenció Skyler con frialdad-patético.
-Patético es que vayas a terminar con tu novio cuando él vea la traición que le hiciste en su ausencia.
-Escucha-alardeó-Clark no es mi...
-¡Ya lo sé! ¿Crees que no me di cuenta? Ustedes no son novios-rio psicoticamente y Skyler dio un paso atrás-y es por eso que no se te va a dificultar mandarlo al carajo.
-¿Y qué ganarías tú con ello? Es evidente que Clark ya no quiere tenerte en su vida. Asumelo.
-Lo amo. Jamás había amado a ningún chico y Clark es el primero y único al que amaré y no pienso perderlo tan fácilmente-siseó-le di todo lo que tengo, no sé porque decidió dejarme. Pero lo que si sé es que tú tienes parte de la culpa.

Ambas estaban de pie en el porche, soportando el fastidioso aire helado a lo puro tonto, en especial Skyler.

-Este asunto del gimnasio yo no lo arreglé y tampoco estuve de acuerdo, ¿entiendes? Ni si quiera quería esto. Clark es mi modelo favorito, y si tanto quieres recuperarlo, hazlo. Pero a mí no me metas.
-Entonces escribele el mensaje.
-¡No me metas en esto, dije!-gritó encolerizada y Joanna carraspeó.

En eso, en el preciso instante en el que Joanna le arrebataba el teléfono de Skyler de la mano, el Jeep de Clark aparcó en la acera y él descendió del interior con rapidez.
Y al ver a su ex novia, el rostro se le tornó sombrío y pétreo.
-Ya decía yo que tú no pudiste enviarme ese mensaje-musitó, mirando a Skyler y luego a Joanna.
-Ella está jugando con nuestros teléfonos-la acusó sin remordimiento alguno, y acto seguido, recuperó su teléfono con brusquedad.
-¿Con qué fin?-Clark volvió el rostro otra vez hacia Joanna con fiereza. Ella se encogió de miedo.
-Quiere regresar contigo y me estaba chantajeando con una maldita foto que de seguro tomó la cámara del gimnasio en el momento que me besarse y planea enviarsela a Demian si yo no te digo que te odio-lo puso al tanto de todo y Joanna le envió una mirada de odio-así que, resuelvan sus problemas y déjenme fuera de esto.

Skyler se dio media vuelta con la intención de abandonar el porche y regresar a su cálida cama, pero sintió que alguien la agarraba a la altura del hombro y la empujaba hacia atrás.
Suerte para Clark que ella lo vio antes de soltarle un puñetazo pensando que se trataba de Joanna.
-¿Me esperas unos minutos?-le preguntó Clark de manera suplicante.
-¿Por qué lo haría? Si cada que vengas a buscarme ella va a venir a molestarme, lo mejor será que ya no seas mi entrenador. Te lo plantee bien claro, Clark-repuso Skyler con irritación-no me gustan los problemas.

Clark le dirigió una mirada hostil a Joanna y esta se mordió los labios.
-Joanna, vamos al Jeep-soltó a Skyler y cogió a su antigua enamorada del brazo con fuerza-hablaremos ahí.

Skyler ni si quiera se molestó en mirarlos al momento de entrar al departamento.

Y al cabo de tres minutos, oyó como Clark y Joanna se marchaban de ahí a toda velocidad.

Aburrida, se cambió de ropa y optó por meterse bajo las sábanas de la cama para ver si era posible conciliar el sueño.
Y lo logró.
Diez minutos después, Skyler yacía profundamente dormida como si nunca se hubiese despertado en todo el día.

Despertó horas después cuando el sol estaba en su mejor punto. Vio la hora en su teléfono y chasqueó la lengua.
Eran las dos de la tarde con veinte minutos.
Como no tenía ningún mensaje por parte de Clark acerca de la escenita de hacia unas horas, consiguió olvidarse de inmediato del tema, yendo a prepararse algo de comer para pasar todo el día holgazaneando frente a la TV.
Preparó sándwiches y palomitas de microondas para ver algunos capítulos de My Mad Fat Diary, una excelente serie basada en la vida real, que la atrapó en el primer instante que comenzó a ver el primer capítulo.

Tenía en mente pasar absolutamente todo el día sin excepción, viendo la serie, pero a eso de las seis de la tarde, llegó Eros Rabanne con mucha prisa.
Ni si quiera la miró cuando entró corriendo a su estudio y volvió a salir como alma que lleva el diablo.
Y Skyler corrió al porche para alcanzarlo, pero solo alcanzó a ver el rastro de los neumáticos en la poca nieve, y se preguntó por qué razón había llegado tan repentinamente y luego se marchó sin decirle nada.
Era como si él estuviera planeando algún asesinato o plan secreto que nadie más podía saber.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora