78.

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Clark rompió a reír al ver su expresión asombrada luego de sus palabras.
-Estoy bromeando-aclaró y ella soltó una risita nerviosa-a menos que tú quieras que sea verdad, claro.
-Se vería mal si yo te dijera que sí-bromeó.

Ambos continuaban abrazados en el porche, siendo acariciados por el frío aire de la noche.

-No me emociones con eso, Skyler-dijo él con los ojos como platos, retirando un poco la cabeza para mirarla a la cara.

Ella, por su parte, se echó a reír en su pecho.

-Yo creo que sería más conveniente esperar, ¿no?
-¿Por qué habríamos de esperarnos para jugar jenga?-preguntó y la soltó un segundo solo para mostrarle la caja del juego que había escondido detrás de sus pies.

Y sin más; la pareja de jóvenes estallaron en risas y tuvieron que morderse la lengua para callarse y evitar que los vecinos salieran a golpearlos.

-¡Eres un tonto!-le dijo ella y  juguetonamente le dio un golpecito en el hombro cuando entraron al departamento.
-Yo jamás te faltaría el respeto y lo sabes-le revolvió el cabello con suavidad y dejó la caja de jenga en la mesita de centro antes de sentarse en el sofá.
-¿Entonces eso quiere decir que, no iremos mañana a clases?-preguntó con cierto regocijo.
-Por supuesto. Estoy muy cansado y me encantaría descansar todo el día de mañana-contestó con ojos adormilados y una leve sonrisa.
-Traeré unas sábanas y almohadas-anunció ella.

Y cuándo volvió a la sala, halló a Clark profundamente dormido a lo largo del sofá más amplio.
Él se miraba totalmente hermoso. Sus largas pestañas descansaban sobre sus mejillas sonrosadas y su respiración era lenta y tranquila; como si no hubiera nada que le preocupara en ese momento. Incluso sus labios rosas estaban entre abiertos, haciéndolo ver más tierno.
Skyler sintió cierta ternura hacia el modelo canadiense.
Se acercó al chico y lo cubrió con una cobija, le acomodó la cabeza con cuidado sobre una almohada muy cómoda y se sentó en el sofá de enfrente para contemplarlo.

Recargó la mejilla en su puño y suspiró.

Aquella, sin lugar a dudas, era la vida que había soñado tener tiempo atrás, pero se sentía deprimida y culpable.
Le encantaba la idea de tener a Clark ahí con ella, pero no era del todo feliz.
Había provocado tantos problemas, que quizá nunca iba a poder vivir en paz consigo misma.

Para alejar aquellos pensamientos, cerró los ojos a la brevedad y comenzó a quedarse dormida.
Despertó de un respingo y resopló. Tenía una sensación nauseabunda, como si acabara de correr un maratón o bien, haber peleado a puño limpio con alguien; incluso el sudor frío adornada su frente.

Se acomodó en el sofá y se obligó a reanudar el sueño en una posición mejor.

-¿No puedes dormir?

Ahogó un gritito al escuchar la voz de Clark de repente. Él tenía un ojo abierto y sonreía.

-Pensé que estabas completamente dormido.
-Lo estaba, de hecho-dijo y se dio cuenta de la cobija y la almohada-ni si quiera sentí que me arropaste, gracias.
-Te veías muy lindo durmiendo.

Clark volvió a sonreír adormilado y la llamó con el dedo.

-Ven.
-¿Qué?
-Siéntate aquí-le señaló el sitio disponible junto a él.
-Claro, pero, ¿por qué?-preguntó riéndose mientras caminaba hacia el sofá donde él estaba.
Tomó asiento y Clark le rodeó los hombros con el brazo y la atrajo a su cuerpo.
-Tengo el presentimiento de que necesitas que alguien te abrace y yo también siento esa necesidad-contestó e hizo que ella recostara la cabeza en su pecho.
-¿Tienes la necesidad de abrazarme a mí en particular o de abrazar a alguien en general?-cuestionó con una ceja elevada y llena de curiosidad. Alzó la vista a él y sus miradas se encontraron.
-De abrazarte especialmente a ti-replicó y se inclinó a darle un beso suave en los labios. Aprovechó a apartarle el cabello de la cara y a contemplarle por completo sus facciones-Dios, ¿por qué nunca me di cuenta que eras las chica perfecta para mí?

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Where stories live. Discover now