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Era cierto que en una relación romántica uno de los dos termina más afectado que el otro porque ese es el que amó más y lo entregó todo, sabiendo que algún día sufriría.

Tal era el caso de Demian Say.

Haber mentido solo por el simple hecho de cubrir su dolor ante la traición de Skyler con Clark Ravel.

A él jamás se le hubiese ocurrido besar a Sasha Clavers, ni si quiera ebrio. Pero era rescatar un poco de dignidad o ser el perdedor absoluto.

Ya sabía que tarde o temprano sería sustituido por el modelo canadiense, y no se preparó para ese golpe fatal. ¿De qué le sirvió esperar diez años para que al final de cuentas, viniera otro y en menos de dos meses se la arrebatara sin miramientos?

En ese momento que le relataba absolutamente todos los detalles a su amigo, llegó al punto en el que respirar le resultó imposible y tuvo que tranquilizarse a regañadientes para no llamar la atención.

Anthony le pidió un vaso de agua al mismo joven que había atendido a Demian para que su amigo la bebiera y lograra calmarse. Era la primera vez que lo miraba en ese estado tan deprimente y sensible. Demian Say era catalogado como un chico fuerte, vivaz, incapaz de quebrarse por algo sin importancia, pero en esa ocasión todo era diferente.

-Por favor, amigo, bebe el agua y respira lentamente.

Asintiendo, Demian obedeció y dejó que sus respiraciones volvieran a la normalidad. El hipo gracias a su llanto se desvaneció a los pocos segundos, sustituyéndolo varios sollozos.

-Ya es hora de marcharme de vuelta a Estocolmo—le avisó, levantándose del asiento de manera precipitada. Anthony frunció el ceño y se apresuró a agarrarlo del hombro.

-Estás loco si piensas que voy a dejar que te vayas en este estado—farfulló y Demian volteó a verlo—vamos, te quedarás en mi casa y ya mañana, cuando tengas la mente despejada vas a poder pensar bien las cosas.

-Me siento como una basura, Tony. Quisiera borrar mi memoria, olvidar cualquier recuerdo con ella y de su maldito y hermoso rostro—se lamentó y su amigo le ofreció un abrazo conciliador—tenía pensado llevarla conmigo en verano a disfrutar de Estocolmo y pedirle que se casara conmigo. Suena loco, pero estaba dispuesto a todo por ella. Había mentalizado mi vida entera a su lado. La madre de mis hijos, la persona a la que me hubiera gustado ver por última vez antes de morir e irme feliz, sabiendo que tuve una fantástica vida plena junto a ella. ¡Pero no! –gimoteó, preso de la tristeza.

-Por favor, Demian, ¡Cálmate! No es el fin del mundo.

-Ella es mi mundo, maldita sea. Y me ha dejado por otro.

-Las cosas suceden por una razón.

-Esa maldita frase no tienen ningún sentido. Y lo dices para consolarme, pero no me consuela en lo absoluto. Lo único que quiero es ir tras ella y robármela.

Anthony gruñó y consiguió hacerlo caminar rumbo a la salida del local. Reunió todas sus fuerzas para arrastrarlo fuera del alcance de Skyler y Clark, que parecían no tener la intención de marcharse aún del centro comercial.

Demian balbuceó varias ideas tontas acerca de secuestrar a Skyler mientras era llevado a la fuerza al estacionamiento hasta que, por fin, su amigo le quitó las llaves de su coche y lo empujó al interior.

-Tienes suerte de que haya venido sin el coche de mi padre porque estoy castigado y vine por casualidad a pagar el plan de datos de mi teléfono—le recriminó a Demian, quien se recostó en los asientos traseros como un niño pequeño a punto de hacer una rabieta.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Where stories live. Discover now