Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)

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Skyler le sonrió tranquilamente a la chica y la invitó a sentarse. La rubia dejó sus cosas sobre la mesa y tomó asiento frente a ella y a lado de Dexter con expresión confusa.

-Respóndeme, Skyler-la presionó.
-Pues sí, Hannah. Me iré pronto a casa, de que termine el semestre, Eros salga, y resuelva unos asuntos pendientes-contestó por fin.
-¡No puedes irte!-exclamó Hannah, sus ojos grises reflejaron incertidumbre-apenas te estoy conociendo y no es justo. Se supone que seríamos amigas, mejores amigas-hizo énfasis en "mejores" y frunció el ceño.
-Amor, tranquila-susurró Dexter en su oreja para calmarla, pero lejos de hacerlo, la exaltó más.
-No, Skyler. Me parece algo ofensivo que no me lo hayas contado todavía-hizo pucheros y se cruzó de brazos.
-No encontré oportunidad; además, esto lo decidí desde que aprehendieron a Eros. Y no pensé que te afectaría mi decisión tomada desde hace tiempo-argumentó con las manos entrelazadas entre si sobre la mesa. Una posición seria y calculadora.
-Al menos, ¿estarás aquí para Navidad y Año Nuevo?-preguntó Hannha con cierto dejo infantil.
-Probablemente; todavía no estoy segura de la fecha exacta en la que volveré a mi país. Pero cuando es suceda, serás de las primeras personas en saberlo-le prometió y la rubia se sintió complacida por ello.
-¿Lo ves, cariño? No tienes de qué preocuparte. Ahora, vámonos a casa.
-¿Qué hay de Skyler?-preguntó ella.
-Traigo coche, descuiden-sonrió Skyler, mostrando las llaves del Jaguar de Eros.
-En ese caso, podemos caminar juntos hasta el estacionamiento-propuso Dexter, agarrando su mochila y la de su chica.

El trío de jóvenes se encaminaron hacia el estacionamiento sin dejar de charlar y de pronto, Skyler recordó el obsequio de Hannah y se lo agradeció en persona antes de subirse a sus respectivos coches.

-No agradezcas, hermosa. Fue solo un detalle con mucho cariño-le sonrió arduamente antes de deslizarse al coche de Dexter.

Sonriendo, Skyler hizo lo mismo y lo echó a andar luego de que ellos salieran del estacionamiento y se incorporaran a la carretera que llevaba al corazón de la ciudad.

A través del espejo retrovisor; les envió una mirada antes de dirigirse a la dirección opuesta a ellos.
Esa tarde del viernes, se le apetecía ir a comprar un delicioso frappe y degustarlo en alguna parte solitaria.

Revisó el GPS con determinación y buscó sigilosamente algún Starbucks cercano y lo halló no tan lejos de su camino.

Atravesó a una velocidad moderada la carretera, siguiendo las indicadiones exactas del GPS. El cielo estaba demasiado hermoso y despejado, que se le antojaba estar todo lo que restaba del día en la calle, conduciendo sin preocupaciones.

A pesar de que su vida no estaba del todo resuelta, en ese instante, en el ahora y en el presente, se sintió libre y feliz; fuese efímero o no.

-Un frappe moka-pidió en la caja. Tomaron su pedido, pagó y buscó un sitio donde alojarse en lo que le llevaban aquella delicia.

Sacó su teléfono móvil y revisó los mensajes que Clark le había mandado en WhatsApp. 
Sonrió a la pantalla al abrir la foto que él le envió junto con su hermana.
La chica sonreía tan feliz, que incluso Skyler anheló poder sentirse como ella.

"Regreso el domingo por la noche. Te veré a las 6:30am afuera del departamento de Eros como siempre. Ya quiero verte"

Ese fue el último mensaje de Clark desde hacía dos horas y le envió una respuesta corta.

"Espero ansiosa a tu llegada."

-Un frappe Moka.
-Muchas gracias-agradeció al mesero y se enfrascó en su deliciosa bebida.

Y en lo que degustaba; se dedicó a observar a las personas que pasaban en la acera a través de la ventana de cristal.

Para estar a punto de entrar en la época veraniega, estaba un poco fresco para su gusto, pero regular.
El sabor dulce y delicioso del frappe la puso de mejor humor; incluso se atrevió a sonreirle a un niño que había llegado con su madre por un frappe; ya que a ella no le agradaban los infantes.