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El olor a sudor, lágrimas y otros fluidos corporales azotó las fosas nasales de Eros cuando regresó a su celda después de hablar con Daisy Touré en el área de visitas.
Había olvidado por unos minutos que aquel lugar era una semejante porquería.
Había mandado por un tubo la sugerencia tentadora de la fémina para no meterla en problemas y también a su sobrino Michael.
Estar encarcelado era su castigo. Él pertenecía estar ahí metido.
Y cómo no había nada más hacer dentro de la celda, se hizo un ovillo sobre la angosta "cama" y se quedó dormido hasta el amanecer; pensando en nada.

-Oh, allá vamos de nuevo. ¡Despiertate, joder!

Eros abrió los ojos con dificultad y se encontró con los mezquinos ojos de su carcelero muy cerca de su cara. Saltó del susto y se puso a la defensiva, no obstante, se dio cuenta que ya tenía los grilletes puestos.

Salió a tropezones rumbo al mismo sitio donde se había visto con Daysi.
Y se horrorizó al divisar la celda de Bob King vacía, al igual que las de sus otros dos socios.
Tragó saliva y continuó andando.
No era posible que esos miserables imbéciles hubiesen salido de ahí, ya que tenían más cargos que él mismo para tener reservado un lugar en ese lugar.
Le resultaba doloroso pensar en la idea de que tal vez ellos pudiesen quedar en libertad y él no, poniendo nuevamente en peligro a Skyler y a Clark.

El golpe en la columna que recibió por parte del guardia lo hizo volver al presente y se sentó en la silla disponible, frente a un hombre. Y no cualquier hombre, sino su mejor amigo de toda la vida.
Jack Malí lo miró de manera dolida y acto seguido, se levantó de la silla y rodeando la mesa, le echó los brazos encima y le susurró al oído "Eres un idiota, ¿lo sabías? Pero eres mi mejor amigo y te voy a ayudar".

Eros curvó las comisuras de los labios hacia arriba y sacudió la cabeza cuando Jack volvió a su asiento con aspecto huraño.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó Eros.
-Ya te lo he dicho-colocó las manos sobre la mesa y el anillo de oro blanco que portaba en el dedo pulgar brillo a causa de la bombilla del techo-en la tarde va a venir el abogado que te defenderá, ¿okey? Su nombre es Zachary Wesley, él te asesorará sobre todo lo que necesitas saber y las posibilidades de sacarte de aquí o al menos reducir tu condena antes de que lleguen a una conclusión cuando el juicio finalice.

Eros lo escuchaba con atención y con el corazón latiendole a mil por segundo.

-No creo poder salir de aquí-confesó a su amigo-ni con el mejor abogado. Lo mejor será dejar las cosas como están, ¿Sí? Estoy pagando por mis delitos. Además, aquí hay soledad y es lo que necesito-le tembló la voz y Jack alzó las cejas. Eros desvió la mirada para que no se le notara la mentira.
-Oh, nunca has mentido bien y se nota claramente que no estás hablando con la verdad. Pero no te estoy preguntando si quieres un abogado, te lo estoy informando para que estés consciente que no estás solo y que lo más rápido posible saldrás.

(.........)

Skyler tenía suerte que en esos días la Universidad estuviera en estado de alerta por los desastres de las tormentas y así no se preocuparía por perder clases y estuviera más centrada en la situación de Eros.

Al día siguiente de dormir en la casa de Demian, él la despertó con un beso húmedo en la mejilla y con el desayuno listo.
Le sorprendió verlo bien duchado, peinado, vestido y perfumado; y con la mirada brillante.
-Anda, desayuna-le instó el chico.
-Necesito usar el baño primero, dame un minuto.

Él asintió, observandola deslizarse fuera de la cama y agarrando la mochila que había llevado.

Minutos más tarde, Skyler regresó y desayunó, siendo contemplada por ese chico tan dulce que tenía como novio.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora