Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)

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Como el departamento de Eros estaba a escasas calles del parque, llegamos a los pocos minutos.
Pero mi radiante sonrisa se congeló en el momento que vi el Jeep negro de Clark detrás del coche de Eros y disimuladamente miré a Demian y percibí su irritación.
-¿Qué hace él aquí?
-¿Por qué piensas que yo lo sé?-increpé con disgusto.
-La única razón por la que él estaría aquí eres tú.
Hice una mueca y me quedé de brazos cruzados.
Y ninguno de los dos se atrevió a bajar primero.
Y de pronto, caí en la cuenta de algo.
A lo mejor Clark no creyó que Demian de verdad había venido y se tomó la molestia de esperarme.
Era su cumpleaños y quizá solo quería un abrazo de felicitación.
-Creo que tal vez está aquí porque es su cumpleaños-le informé-y ni si quiera lo felicité.
-No es tu obligación felicitarlo en su cumpleaños-graznó, comenzando a enfadarse.
-Escucha-sentencié mirándolo a los ojos-no quiero que esto vaya a ser motivo de una pelea absurda entre nosotros, ¿okey? Vamos a bajar del coche, lo felicitamos, entro por algo a mi habitación y nos vamos, ¿estás de acuerdo?
-La idea no me agrada, pero, ¿hay otra alternativa?-añadió con ironía y se dignó a bajar primero.

Pensaba que, probablemente, Clark se encontraba dentro del departamento con Eros, viendo algo en la tv en lo que yo llegaba, pero tal fue mi sorpresa al ver a Eros y a Clark sentados en el porche con la mirada perdida en sus pies, o al menos, eso parecía.
-Ya están aquí-arribó Eros con nerviosismo al vernos llegar.

Demian de inmediato me cogió de la mano con autoridad y Clark torció el gesto en una sonrisa irónica.

-Fe...
-Feliz cumpleaños, Ravel.

Mis palabras fueron interrumpidas por Demian y me sonrojé.
Apretó mi mano y le sonreí tímidamente a Clark.
-Muchas felicidades, Clark.
-Gracias-contestó, sacando a relucir una sonrisa lobuna, algo insual en él; ya que esa sonrisa solía usarla cuando posaba ante las cámaras, mostrando mucha vanidad y egocentrismo-¿y mi abrazo?

Clark se puso en pie con los brazos extendidos en mi dirección.
-Por supuesto-interpuso Demian sonriendo cínicamente y me soltó solo con el afán de abrazar a Clark en mi lugar.

Ambos chicos se dieron un abrazo incómodo y tanto Eros y yo ahogamos una risa nasal.
-Muchas felicidades-repitió Demian al momento de soltarlo.
-Gracias, otra vez-siseó Clark entre dientes y me miró.

-Nosotros solo veníamos de pasada-interrumpió Demian nuevamente-así que date prisa, amor, estaré esperándote aquí-bajó la mirada hacia a mí y yo titubee.

Como no quería problemas con él, asentí y pasé junto a Clark para entrar al departamento.
Confiaba plenamente en que Eros los mantuviera a raya si en caso se les ocurría lanzarse indirectas o groserías.
Entré corriendo y fui directamente a mi habitación para retocarme el maquillaje y cambiarme de ropa.
Tardé lo menos posible y antes de salir de la habitación, me eché un último vistazo en el espejo y noté que tenía las mejillas rojas.
No entendía si la reacción a mi sonrojo se debía a la presencia de Clark, o bien, que pasaría una grandiosa noche con Demian. O quizá todo al mismo tiempo.

Resoplé, sintiéndome acalorada y me di media vuelta en dirección a la puerta.
Y pegué un salto al encontrarme con Clark en el umbral.
Fruncí el ceño y estiré el cuello en busca de Demian hecho una fiera o de Eros, pero no había nadie más que él.
-¿Y no vas a darme mi abrazo de cumpleaños?-preguntó con voz suave.
-¿Qué hiciste para que Demian te dejara pasar?-inquirí.
-Lo asesiné.
-¿Qué?-exclamé, horrorizada y entonces Clark rompió a reír.
-Estoy bromeando-vaciló y extendió sus brazos-¿me das mi abrazo?
-Dime lo que pasó para que Demian te dejara pasar intacto hasta mi habitación-insistí, negandome a darle el abrazo.
-Acercate-dijo.
-No.
-En serio, hazlo.
-¿Por qué?
-Sólo hazlo. Confía en mí.