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[Narrador en tercera persona]

El ambiente se había tornado simultáneamente sombrío y para gusto de Skyler, nauseabundo.
Era como si estuviera viendo al Demian de antes, al que odió por mucho. Al chico que había detestado por ser tan irónico, estúpido e idiota, que sólo se la vivía mintiendo o molestando.

Ella retrocedió unos pasos, rechazandolo cuando él trató de tocarla para abrazarla.
-Lo mejor será que me vaya de aquí hasta que te marches a Estocolmo. No puedo tolerar mirarte un minuto más, Demian-dijo ella con cólera, tragandose las ganas inevitables de llorar.
¿Por qué nunca podían durar más de un día tranquilos y felices?

-Ni te atrevas a dejarme solo en la sala, Skyler. No sin antes hablar seriamente sobre este patético asunto-sentenció él y ella rio con sorna.
-¿Me estás dando órdenes?
-No, te estoy exigiendo que hablemos-carraspeó con desdén, pero había elevado un poco la voz, haciendo que una de las puertas de los dormitorios se abriera.

Él echó un vistazo a la persona que había salido a espiar y ella lo imitó.
Era Daysi Touré, y tenía los ojos enrojecidos por el sueño. Su atuendo era deprimente, ya que había hecho de todo con Eros, menos dormir y ambos jóvenes se sintieron asqueados al verla.
-Privacidad-dijo Demian a ella. La mujer rubia frunció el ceño-¡Queremos privacidad!

Ruborizandose, asintió y antes de volver a la habitación de Eros, sacó un jugo de la nevera si apartarle los ojos de encima a la pareja.

Demian postró nuevamente su mirada en Skyler y ella chasqueó la lengua.
-No quiero verte en todo el maldito día-graznó Skyler, empujandolo con el hombro.
-Es año nuevo, por el amor de Dios, no quiero que estemos peleados-masculló él, molesto pero no fue tras ella. Simplemente la vio desaparecer en el pasillo a grandes zancadas.

Jack Mali tenía la culpa. Él se hacía empeñado en sacar aquellas estúpidas fotografías para publicarlas sin su consentimiento y provocando así un enorme conflicto con su novia.

Y en lo que a ella respectaba, Demian podía irse a Estocolmo y al carajo al mismo tiempo.
Entró al dormitorio con cara de pocos amigos y decidió darse una ducha en lo que hacía tiempo para pensar mejor las cosas. Sabía de antemano que no toda la culpa la tenía él al haber posado casi desnudo con esa chica, sino que Jack era el culpable número uno.
Cuando se puso otra ropa cómoda y se secó el cabello, salió nuevamente al pasillo a saludar a su familia, quiénes ya habían despertado y yacían desayunando en la mesa con alegría, aunque sus expresiones cambiaron al verla llegar al comedor.
Demian se hallaba sentado al otro extremo, muy lejos de ella, con la mirada fija en su plato intacto del recalentado de la cena de año nuevo.
Daysi no paró de parlotear hacia Eros en ningún momento, así que Skyler se sirvió un poco de puré de papa para aligerar la tensión, siendo presa del escrutinio de sus abuelos, madre, tía y... sí, también de su novio.
Eros fue más disimulado y se encargó de darle un apretón de hombros al levantarse para ir por más café a la cocina, con Daysi pegada a sus talones.
La atmósfera, que aparentemente destilaba tranquilidad, se fue por la borda cuando Demian gruñó y se levantó del asiento con aire huraño.
-No tengo apetito, gracias.

Skyler se encogió de hombros al verlo marcharse del comedor y volvió a ser víctima de todas las miradas.
-¿Qué ocurre aquí?-preguntó su madre con perplejidad.
-De repente un aura espectral nos rodeó por completo-comentó su tía, llevándose un trozo de carne a la boca.
-Nada. No ocurre nada-eludió Skyler de mal humor, masticando el puré de papa con furia.

Su tía estrechó los ojos sin creerle ninguna de sus palabras al igual que su madre y abuelos.

Terminaron de desayunar y Daysi se metió a la habitación de Eros con él y no salieron hasta mucho después.
No obstante, los abuelos de Skyler y su tía decidieron descansar un rato en lo que pensaban que hacer en la tarde.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora