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》Narrativa en tercera persona《

Los obsequios que Skyler recibió el día de su vigésimo primer cumpleaños los abrió al siguiente día frente a toda su familia.
Recibió desde dinero en efectivo en cajitas pequeñas, hasta maquillaje y lencería provocativa; y se pregunto mentalmente quien había sido él o la chistosa.
Afortunadamente, se sintió bien en el resto del día.
Pero lo que la tenía frustrada era la indiferencia entre Eros y su madre.
¿Cómo podía haber ocurrido eso?
Definitivamente a su madre le vendría bien asistir al mismo retiro para limpiar su alma y también Eros.

-Eros, ¿podemos hablar un momento?-le pidió con incertidumbre justo cuando se hallaba cocinando alegremente en la cocina, mientras que los demás miraban tranquilamente la TV.
-Claro, pero primero dime, ¿ya está mejor tu mejilla?-inquirió a modo de respuesta. Borró la sonrisa de su rostro porque sabía a que se debía aquella pregunta que ella le había planteado tan de repente.
-Sí. Fue sólo un rasguño-se encogió de hombros.

Eros asintió y continuó moviendo los vegetales en el recipiente a fuego lento.
Skyler esperó pacientemente junto a él.

-Dame un segundo y platicamos-añadió por fin él.
Ella, exasperada por sus fugas mentales, accedió. Así que no se movió de su sitio y siguió esperándolo.

Al cabo de diez minutos;apagó la estufa y se lavó las manos en fregadero. Se las secó brevemente y volteó a mirarla.

-Traeré mi chaqueta para que hablemos fuera-le informó ella y él estuvo de acuerdo.

Fueron víctimas del escrutinio de la familia y salieron al porche. Ese día había un poco de frío y se encaminaros al parque a donde él la llevó los primeros días de conocerse. El lago estaba descongelado y el aire fresco era confortable.
Se sentaron en el tronco de siempre y miraron el cielo, en silencio.

-Sé claramente de qué quieres hablar, cariño-comenzó a decir Eros con desasosiego-y no te culpo. La decisión que tomé fue algo sorprendente, ni si quiera yo lo entiendo.
-¿Acaso eres idiota?-le soltó, iracunda.

Eros no se inmutó en lo absoluto, porque probablemente se lo merecía y también esperaba algún insulto de por medio.

-Soy un idiota, eso lo sé.
-Si sabes que eres un idiota, ¿por qué te empeñaste en seducir a mi madre y luego botarla después de servirte por una noche?-le espetó de manera tajante.

Esa vez, Eros entornó los ojos y se mordió los labios.

-No la rechacé luego de compartir la cama una noche, Skyler.
-¿Y qué pasó entonces?
-No lo entenderias...
-Íluminame...

Eros aspiró hondo por la nariz y exhaló lastimosamente por la boca.

-No fui yo realmente el que quiso terminar la relación antes de que comenzara por completo.
-¿Qué?-Skyler frunció el ceño.
-Fue Rose. Ella así lo decidió.
-Espera, no estoy comprendiendo.
-Sí, Skyler, ella me confesó que después de todo, no se siente preparada para tener una relación conmigo. En resumen, se dio cuenta que todavía no está lista para algo serio-admitió sin apartarle la mirada.

Skyler sintió como si alguien la hubiera abofeteado.

-Debes estar bromeando, Eros.
-No. Si quieres puedes preguntárselo, aunque ella preferiría no tocar el tema por el momento. Piensa que si comenzamos a ir en serio, tú vas a alejarte de su vida para siempre y así.
-¿Quién le metió esa idea en la cabeza?
-Escucha-sentenció, haciendo su voz el doble de seria-Jack, Clark, Demian y yo, estamos al tanto de tu divertido rato a solas con Aiden Carrowl.

En otras circunstancias, se habría indignado, pero a esas alturas, lo único que le irritaba era Eros.

-¿Y?-cuestionó con fiereza-¿qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando?
-Tu madre también sospecha algo.
-A ver, a ver-musitó contrariada-explícame de que va esto.
-Ella nos escuchó hablar antes de que llegaras al hotel a festejar tu cumpleaños y exigió toda la verdad, y como me negué a decírselo, me terminó. Rose piensa que soy un mentiroso, pero prefiero que piense mal de mí que de ti.
-¿Hablas en serio?-la chica retuvo el aire en sus pulmones.
-Muy en serio. Y es por eso que lo nuestro terminó-resopló.
-Debiste haberle dicho la verdad.
-¿Cómo crees?
-Tarde o temprano lo sabrá.
-Pues yo no quiero ensuciarte, cariño. Si se va a enterar, diselo directamente tú.
-¿Por qué no quieres que lo sepa? No es que sea algo bueno del cual alardear, pero...
-Eres como mi hija, Skyler. Y como me daría gusto que todo eso que ocurrió con ese chico fuese sólo un mal entendido.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Where stories live. Discover now