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Sólo a ella le había dicho a donde iría.
Clark Ravel le había enviado un mensaje privado para contestarle exclusivamente a ella sin ningún tipo de espectador de por medio, para que nadie más supiera, excepto Skyler.
Era sospechoso, pero le agradó muchísimo que él se hubiere tomado el tiempo de mandarle una respuesta en un mensaje aparte.
Le tomó Screenshot y con toda la emoción del mundo, se obligó a dormir.
No podía estar toda la noche despierta y quedarse dormida al día siguiente y no ir a clases.

Y despertó unos minutos antes de que su alarma se activara.
Se frotó los ojos y bostezó.
Las fuertes imágenes de la noche anterior la golpearon con fuerza y se estremeció. Demian debía estar todavía en el hospital y estuvo casi tentada a llamarle, pero descartó la idea.
Luego la fotografía de Clark Ravel llegó con rapidez a su cabeza y sonrió como idiota. Y su sonrisa se ensanchó al recordar su mensaje.
Contempló la captura de pantalla con ojos soñadores y se levantó para ir al sanitario.
Estaba dispuesta a que ese día fuese grandioso y aniquilar a cualquier persona que se le ocurriera arruinarlo, y para eso, tenía que ponerse su ropa favorita que solo usaba los días especiales en los que se sentía poderosa, como era ese día. 
Una vez lista, bajó a desayunar o más bien, a preparse el desayuno, ya que su madre se hallaba completamente dormida en su habitación. Intentó levantarla, pero sólo recibió gruñidos y monosílabos, dándole a entender que se largara.
Dejó cargando su teléfono en la sala en lo que se marchaba.
Haciendo caso omiso a las "palabras" de su madre, preparó un sándwich de jamón, queso y lechuga. Se sirvió café y desayunó mientras leía un artículo de una revista poco reciente acerca de los famosos.
"Justin Bieber se enoja con sus fans porque no lo dejan cantar en sus conciertos"
"Kylie Jenner, más buena que Kim Kardashian"

Skyler alzó las cejas y bebió un sorbo de café tras leer esas publicidades.
-¿A quién le importa le vida de ellos?-murmuró, molesta.
Años atrás, ella había estado loca por Justin Bieber, de hecho, aún le guardaba cierto cariño, pero ya no era Belieber, por situaciones que todo el mundo fue testigo. Todas sus cosas que tenía de él, las guardó en una caja en lo más profundo de su armario para jamás volverlo a sacar.

Continuó leyendo un poco más hasta que su teléfono emitió un sonido, señal de haberse cargado completamente y luego la alarma, avisandole que ya era hora de irse.
Se limpió las comisuras de sus labios con una servilleta y dejó rápidamente los trastes en el fregadero.
-¡Lavaré los trastes en cuanto vuelva!-le gritó a su madre, después cogió su mochila, guardó el teléfono y salió corriendo a la calle.

Miró a todos lados en busca de Demian y no lo vio.
Ladeó la cabeza con desdén, ya que, según él, la estaría esperando como siempre; pero parecía no dar indicios de aparecer y ella comenzó a impacientarse, pero no porque iba a llegar tarde, sino por la posibilidad de que algo le hubiera pasado a la madre de Demian y por eso él no llegaba.
Buscó su número en la agenda y lo llamó.
Cuyo buzón de voz de voz salió a relucir las seis veces que trató de comunicarse a su teléfono.
Un mal presentimiento le cruzó por la cabeza y sintió amarga la boca.
¿Y si algo grave había pasado?

El sonido del motor del autobús la sacó del trance de preocupación y se cruzó de brazos al ver como su amiga Isabella se subía a él en la esquina. Observó como el autobús pasaba por su acera hasta perderse de vista.
Ella no podía largarse a la universidad, no sin antes saber por qué Demian no había pasado por ella y por qué no contestaba su teléfono.
Pasaron los minutos, el cielo comenzaba a aclararse y él no estaba por ningún lado. Volvió a llamarle pero continuó sin contestar. Era como si la tierra se lo hubiese tragado sin dejar rastro y sintió miedo.
Con desesperación, regresó a su casa para dejar su mochila y llevar una bolsa con lo más importate e ir a buscarlo. Como su madre aún dormía, no se enteró de su "huída" de clases y salió corriendo nuevamente a la calle.
Una vez más lo llamó y lo mandó a buzón.
Caminó por varias calles hasta detener un taxi que la llevara al hospital donde estaban los padres de Demian y así poder hablar con él o preguntar por su paradero, si en caso no se hallaba ahí.

Mi Supermodelo Personal (TERMINADA)Where stories live. Discover now