Capitulo 12

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Omnisciente.

Lauren no hablo y tan solo le mostró a Camila en la pantalla de su celular donde debían ir a buscar el famoso Sushi que comerían. Así que la morena se dirigió al restaurante, Lauren se bajo sola porque ella iba a pagar y Camila acepto sin contraatacar porque era lo mínimo que la idiota hiciera luego de tenerla como Uber, de haberla estado esperando mil horas afuera y tener que aguantar todos sus tontos comentarios vulgares que hacía sobre ella en cada momento, así que mínimo que pagará el Sushi, ademas tenia que llevarla a su casa, eran muchas cosas para no pagar la cena de ambas, mínimo que Jáuregui se sacrificará algo.

Maldita Lauren pensaba Camila en todo momento.

Es que estaba enojada con ella como la mayoría del tiempo por ser una maldita vulgar que lo único que hacía era hablar de sexo, como si eso fuera el único tema de conversación que tenía, además de debatirle todo con sexo y sus tontos comentarios sin sentido alguno. ¿Tendría problemas con el sexo? ¿Será alguna enferma sexual? No la conocía bien, de hecho la conocía poco solo había hablado con ella por mensajes de textos y si Lauren era de esas mujeres que acosaban... no lo creía, confiaba en ella aún así y sabía que no era una mala persona, de hecho era súper buena persona pero eso no quitaba su enojo, su molestia y todo el odio que sentía por ella esa maldita noche.

Más si la había tenido que ver sin camiseta otra vez y eso era lo que más la enojaba. ¡¿Por que tenía que verse tan caliente?! ¡¿Por que deseaba pasar sus manos por ese maldito abdomen y luego lamerlo para saber que se siente?! ¡¿Por que quería que cumpliera todo lo que pensaba cuando se masturbo pensando en ella?! ¡¿Por que tenía que provocarla de esa maldita forma a ella?! ¡No se daba cuenta que dañaba su mente y le daban ganas de dejar todo de lado para caer aunque supiera que no estaba bien!

¡Me cae mal! ¡La odio! Eso pensaba Camila en todo ese momento que estuvo esperándola cuando fue buscar el tonto Sushi al tonto restaurante la tonta de Lauren.

Es que no había dejado darle tregua desde que despertó, había estado con sus comentarios que la hacían enojar pero al mismo tiempo provocaban cosas en ella que le costaba controlar. Luego cuando le mando la camiseta, fue tierno y luego todo lo que hizo después del partido hasta ahora, el que la molestara con Matthew había sido el alivio que tuvo, pero todo lo demás había sido una maldita tortura porque en el fondo quería que Lauren la tomara como quisiera y le hiciera todo lo que quería en su casa, que follaran sin parar y que no la dejara descansar hasta el día siguiente cuando ya no pudiera más, quería llenarse de Lauren Jáuregui aunque la odiará, quería sentirla y saber si todas las cosas que imagina son ciertas.

¡Estúpida y sensual Lauren! Se grito nuevamente.

Más si ahora caminaba con una bolsa metiendose al auto otra vez con una sonrisa arrogante como siempre, pero no le dijo nada, quizás el que la llevara a su casa había sido suficiente por ahora. Camila la miro un momento volviendo a gruñir para comenzar a conducir rumbo a su casa hermosa y tranquila, y una parte de ella estaba nerviosa por lo que podía suceder, no sabía si iba a hacer capaz de resistirse, no sabía si Lauren iba a seguir haciendo su maldito juego y sus provocaciones hacia ella sin ningún filtro.

Temia hasta qué punto iba a poder resistir.

¿Que pasaba si ella jugaba el mismo juego de Lauren?

¿Podría provocarla a su manera? ¿En sus enojos sin ser directa? ¿Si no más bien con sus actos? ¿Acciones?

Podría lucir su cuerpo, mostrarle más de la cuerda y dejarla callada por un momento cuando se perdiera en su belleza, podría hacerla sufrir y torturarla, podría jugar igual de sucio como Lauren lo había hecho. ¿Pero ella sería lo suficientemente fuerte para soportarlo también? No estaba segura luego de que dos veces se haya masturbado pensando en Lauren y todo lo que podía hacerle, sería como jugar con fuego esa noche.

El Poder. CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora