Capitulo 50

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Camila.

Maldita prensa.

Malditos rumores.

Y maldita Lauren por estar paranoica al otro lado del país.

No estaba Tan paranoica pero si estaba Algo preocupada por mi, por mi papá. ¿Pueden creerlo? La persona que le juraba odio eterno a Alejandro Cabello ahora estaba preocupada por su carrera, por lo que esto podía afectarle a él. Incluso me reí de eso, pero luego tuve que tranquilizarla diciéndole que sólo era un rumor y que no había que darle importancia mayor a lo que la prensa estaba diciendo de ambas.

¿Que tan malo era?

No no estaban vinculando como una pareja, luego de que Lauren me llamó diciendo que viera las noticias. Leí todos los artículos del maldito internet, en todos se hablaba de una amistad entre ella y yo, que supuestamente comenzó en el primer partido del mundial y la confirmaron cuando ayer nos vieron llegando juntas a la fiesta, pero nada más. No habían besos, no había cercanía, no había nada que nos comprometía en público, agradecí que no hayan visto los besos que nos dimos en el estacionamiento sino el escándalo sería mayor para ambas en estos momentos, no necesitábamos algo así, no ahora cuando recién estábamos sintiendo cosas más profundas por la otra.

-¿Hablaste con tu papá?.- Lauren me preguntaba al celular.

-No, aún no.- Ella soltó un suspiro.

-Princesita no quiero sonar paranoica pero me preocupa de verdad, te quiero mucho...- y si su voz era de total aflicción.

Odiaba escucharla de esa manera.

-Yo a ti, y tranquila que mi papá si estuviera histérico ya hubiera llegado aquí, cualquier cosa te aviso.- le digo.

-Yo creo que hablaré con mis padres, de alguna manera esta súper curiosos con todo esto, desde que llegue como Que quieren preguntar sobre eso pero no les diré de inmediato.- Que es mala.

-¿Crees que se lo tomen bien?.- le pregunto mordiéndome el labio.

-Si... de todas las chicas con las que he salido eres la más decente, eres una princesita y mi mamá ama a las mujeres como tú, así que creo que estará bien.- dice riéndose levemente.

-¿Como yo?.- cuestiono.

-Como tu, refinadas, educadas... como tú princesita.- complementa. 

-Aun así tu mamá me amaría de todas maneras, todo el mundo me ama.- le digo arrogante.

-No todo el mundo, yo no te amo.- me dice riéndose la muy tonta.

-Pero lo harás.- le aseguró y ella se río mas fuerte a través de la línea.

-¿Sabes que si yo llego amarte tú también me amaras a mi?.- cuestiona.

-No necesariamente, y no te amare nunca Jáuregui, me caes mal.- le aseguró y ella se volvió a reír de mi.

-Entonces si tú no me amaras, yo no te amare así funciona esto.- responde ella.

-Tú me amaras igual, sapo feo.- le digo arrogante.

-No lo creo...- una leve pausa se formó.-oye princesita, cualquier cosa avísame por favor, si tengo que volver lo haré.- me dice por milésima vez.

¡Paso de todo! ¡Vuelve idiota!

-Te avisaré, y tranquilízate un poco que me voy a enojar contigo por lo histérica que te estas poniendo Jáuregui.- le digo en un tono serio.

-Solo me preocupo.- se excusa.

El Poder. CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora