Capitulo 44

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Omnisciente.

El día más esperado en la vida de Jáuregui había llegado, un sueño de pequeña, imaginando diversos escenarios como esto podía suceder, el anhelo de sostener la copa del mundo entre sus manos estaba a un paso de cumplirse, noventa minutos era lo que la separaba de ese gran sueño. Desde que descubrió su amor por el fútbol, supo que quería ganar el mundial femenino vistiendo la camiseta de la selección con miles de personas mirándolas en el estadio y millones en los Estados Unidos.

Llegaba como la gran figura de la selección, con un año impresionante. Había firmado en el Barcelona hace un año con la meta de tener muchas mas competencia y poder mejorar para llegar de la mejor manera al mundial. Obviamente dio resultados, cuando fue la mejor jugadora de la temporada con más de cuarenta goles en el torneo de la Liga, veinte en Champions ganando ambas competencias y un total de treinta asistencias, el mundo estaba a sus pies y todos habían estado expectantes a lo que ella podía lograr en el mundial con la selección. Lauren sabia eso desde el principio y más cuando los portales de noticias hablaban sobre ella, su potencial y las aspiraciones que ella tenía con la selección.

Por eso era tan importante el partido de ese día, había sido un trabajo duro de años para estar presente, para ser la figura y poder tocar lo más alto con su talento. Quería ganar, quería cumplir sus sueños y comenzar a marcarse como la Leyenda que quería ser. Esa tarde en el estadio de Lyon quería hacer historia, si era posible marcar aunque sea un gol, recordando una de las primeras conversaciones con Camila cuando le dijo que iba a marcar tres goles en la final y uno de tiro libre.

El trofeo estaba a la vuelta de la esquina.

Confiaba en ella, confiaba en que iba a dar todo de sí misma para ganar el partido.

Pero antes necesitaba ver a Camila, porque esa noche no había dormido con ella por la concentración y se durmió pensando en ella, en lo que la morena le dijo la noche anterior. Las palabras se repetían una y otra vez en su mente, Camila le había dicho que no sabía que le sucedía... básicamente le confirmo que también le gustaba más que solo ser una amiga sexual, no le temía a ese sentimiento, no temía a que ambas sintieran que se gustaban, en más solo le motivaba a hacer lo mejor para impresionarla, para hacerla feliz porque sabía que si ganaban el mundial ese día la morena iba a estar más que feliz. Quería marcar un gol, para dedicárselo a ella, porque gran parte de su motivación era Camila, su princesita, la niña mimada que se transformaba cuando de ella se trataba, lo sabía y solo por fastidiarla pero al mismo tiempo ver una sonrisa en su rostro quería ganar, quería marca y hacer el mejor partido de su vida esa tarde.

Y sus palabras iban a seguir dando en vueltas en su cabeza, pero no de una manera mala, como ya dijo ella no tenía quince años para andar escapando, menos de iba a alejar de la morena por temor, sabía que eso solo le dolería más, y también a la princesita, no quería que sufriera y ella tampoco quería sufrir, por ende no se iba alejar e iba afrontar la situación como la persona madura que era. Ella se había metido en este asunto, porque pudo haber dejado las cosas solo en una noche hasta que se fue ese cuatro de Abril donde tuvieron sexo por primera vez, sin embargo continuaron con esto hasta el punto de que sabían que se gustaban.

Solo gustar, que quede claro.

Había cariño de amigos, pero no más allá, se gustaban, se atraían y podían tener momentos lindos juntas, pero no han pasado el límite del amor, no se aman.

Al menos no se han dado cuenta de eso, y no porque no quieran afrontarlo, sino porque son palabras mayores a sólo gustar. Van pasó a paso descubriendo que es lo que les sucede y este de gustar es un gran hito para ambas, en especial cuando ninguna de las dos lo planeo.

El Poder. CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora