Capitulo 68

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Lauren.

Camila estaba extraña.

Y no hablo solo por su mal humor constante luego de que la moleste sobre su bello en esas zonas de su cuerpo más intima. Es que aún seguía enojada por mi pequeña broma.

¡No es mi culpa haberla pillado en plena depilación!

Además no me molesta que tenga pelitos, si son lindos como ella lo es, pero su lema de soy "La realeza" siempre andar perfecta hacía que tener pelo fuera el mayor tabú en su vida, aunque trate de explicarle mil veces que no teníamos porque depilarnos, que no era necesario porque es algo natural me dijo que ella nunca iba a dejar tener pelos y menos que yo los tuviera así que obliga a pasarme la maquina todos los días controlando mi pelaje.

Lo que hace uno cuando se enamora.

Ya me parezco a Ermita.

Pero así la amaba y haría cualquier cosa para que ella estuviera feliz. Y por eso me preocupaba que estuviera extraña estos últimos dias, la conocía tan bien que sabía que algo pasaba por su mente, no se que, pero si se qué hay algo. Quiero saberlo pero tampoco puedo obligar a que me cuente, quizás sólo sean cosas de su trabajo, un mal negocio tal vez o que esté muy agobiada, más si es fin de año donde siempre se sacan cuentas. Lo comprendía a la perfección pero quería que ella se abriera conmigo porque era su pareja y quería contenerla en sus días difíciles.

Me preocupaba que estuviera de esta manera cuando lo más que quería era su felicidad. Pero eso no quito que estos días que estuviéramos juntas fueran maravillosos entre nuestras locuras, bromas y por supuesto peleas infantiles que yo siempre provocaba su enojo, fastidio en ella más cada vez que recordaba algo que le podía fastidiar como sus pelos, o también el aroma de sus gases, aunque para ella fuera terrible yo los amaba por completo.

-No te vayas...- le pido subiéndome sobre su cuerpo evitando que se levantara. -Podemos hacer cosas más divertidas tú y yo ahora.- me acomode mejor entre sus piernas viendo cómo me negaba con la lengua entre sus dientes y esa sonrisa que me volvía loca.

Estaba tan enamorada de ella.

-No me convencerás, soy una mujer responsable.- me recuerda.

-Pero si es por follar se justifica.- le digo besando sus labios cortamente. -Quiero dormir mucho contigo hoy.- hago un puchero.

-Sapito no puedo... vuelvo temprano.- me asegura besando mis labios.

-No te creo, volverás tarde y yo no sabré qué hacer todo el día.- la miro apenada. -Me moriré sin tu presencia, no vayas a trabajar.- le pido.

-Debo ir a trabajar mi amor.- susurró. -Mañana es sábado y podemos quedarnos todo el día en la cama.- propone.

-Mañana quiero llevarte a Disney.- le recuerdo. -A buscar tu castillo mi princesita.- le digo.

-Mi castillo es aquí contigo.- me dice.

Y yo la mire embobada para llenarla de besos en su rostro. Pensar que todo empezó por la conversación con Vero y yo fastidiándola en Instagram... no me arrepentía de nada de como se dieron las cosas entre ellas y yo más pensando en todo lo que hemos vivido hasta ahora. El largo camino de asimilar lo que nos pasaba, poniéndonos nombres ridículo sobre lo que teníamos para evitar afrontar que estábamos realmente enamoradas. Sus escapadas a verme, el que me haya acompañado en cada partido importante ha sido parte del camino que hemos pasado para poder estar hoy en esta posición, amándonos con locura viviendo nuestra historia de amor si se puede decir, y espero que no sea de las comunes.

Al menos espero que no hayan secuestros, ni personas obsesivas que nos droguen o que alguna de las dos sufra de un accidente extraño perdiendo la memoria. Hay mucho de eso en los libros, quiero que mi historia con la princesita sea diferente a los demás a pesar de estar ella envuelta en un mundo donde las apariencias si importan más que todo, donde hay miles de cosas ocultas y todos buscan el mismo objetivo sin importar nada con total de conseguirlo, eso es el poder, el tener control del estado es lo que el mundo de política busca.

El Poder. CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora