Capitulo 45

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Lauren.

Lauren: Tengo una bandera en mi habitación, para que la ocupes.

Te quedará caliente.

Fastidiar a Camila hasta convencerla era el propósito de mi día Domingo, o al menos en esos momentos. Eran las tres de la tarde, y todo el equipo estaba listo para irse al estadio, los nervios, la ansiedad y las ganas de dar lo mejor se sentía en cada una de mi compañeras de equipo, incluso las que no jugarían la gran final pero estarían alentando desde la banca para poder lograr lo más esperado por todas, ganar el mundial femenino por segunda vez consecutiva.

Era mi sueño, lograr alzar la copa entre mis manos creo que lo he dicho muchas veces, pero es mi anhelo desde que era una niña, que jugaba con la pelota por el patio de su casa junto a mi hermano mayor y a veces papá. También cuando jugaba con mis amigos de la escuela en el patio del colegio siendo mucho mejor que todos ellos, me lucia y cada vez que marcaba un gol pensaba que era la final del mundial con un Estadio lleno coreando mi nombre, dándole el triunfo a mi país, lo anhelaba tanto que pensar que estaba a menos de dos horas que comenzara todo eso hacía que mi corazón se apretara y pensara nuevamente como una niña pequeña.

Ese día no iba a jugar por profesionalismo, iba a jugar como una niña que soñó tantas veces estar en ese escenario, pensaría que estaba en el patio de mi pasa haciendo gambetas a Chris con papá, pasando botellas como si fueran rivales y pegándole al balón desde lejos pensando que el arco era gigante con una portera gigante. Iba a divertirme esa tarde dando todo de mi, intentando lograr lo mejor para el equipo pero cumpliendo mi sueño.

No era el único sueño que tenía en cuanto al fútbol, quería ganar el balón de Oro, el premio The Best y también ser una leyenda del fútbol femenino, hacer un cambio en la sociedad demostrando que las mujeres también podemos hacer vibrar de emociones a los espectadores con nuestro talento. A pesar de que era un trabajo súper duro teniendo en cuenta el machismo qué hay en el mundo, eran uno de mis sueños pero también una meta y estaba segura que podíamos lograrlo, más si mis colegas pensaban igual que yo respecto al tema. Basta de injusticias salarias, basta de vernos en menos y basta de tratarnos como raras por solo jugar al balón, porque estoy segura que yo en estos momentos soy mucho mejor que Coutinho, Alexis Sánchez, Pogba, entre tantos jugadores que ganan una millonada y no hacen nada por sus clubes ni equipos futbolistas, no quiero más injusticia y haré que esta situación cambien, pero primero habia que ganar el mundial.

Lo iba a ganar costará lo que costará.

Más si quería celebrar con la princesita el triunfo... el solo pensar en ella con su ropa interior color rojo, su culito parado en esas bragas de encaje, los tacones del mismo color me excitaba y me motivaba a ganar para estar con ella de esa manera. Aunque la bandera solo era para fastidiarla igual me gustaba la idea de ver a la futura presidenta del país envuelta en esa tela... es como el premio mayor del día. Estaba segura que esa noche íbamos a darnos tanto que con suerte mañana nos levantaríamos para volver a Estados Unidos, porque eso pasaría, mañana a primera hora todo el equipo debía volver a Usa si es que ganamos a celebrar nuestro gran logro de ser campeonas del mundo.

Iba a follar a Camila de todas manera.

La anhelaba tanto que mi mente pensaba solo en su cuerpo, desnudo sobre la cama. Sus pecho de un tamaño grande apretándolos y acariciandolo hasta que ella no pudiera más, su culo... quería tanto morder su culo, besarlo y demostrarle que solo era mío por ahora. La idea de dejarle claro que nadie más podía darle todo lo que yo podía darle crecían, borrar cualquier posibilidad de Tom en su vida, porque ese idiota jamás iba a saber como tocarla, ni siquiera como besarla, aunque no lo veía como una competencia el recordar que la beso hacía que todo mi interior se enfureciera en esos momentos.

El Poder. CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora