Capitulo 16

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Omnisciente.

Lauren no comprendía nada, de un momento a otro todo cambio, sabía que Camila era gruñona y enojona pero no enserio, lo hacía en su juego de llevarle la contraria, de no perder nunca, de ser superior y siempre tener la razón. Pero ahora no era de esa manera, sino con enojo, no era el típico "Idiota" que era disfrazado de un "Me gusta como eres" sino realmente era un "Idiota" cuando esta vez le dijo "No somos nada" no era de juego sino de algo serio, notaba la rabia primero porque ella no le había dicho nada para que se enojara, Camila comenzó su conversación con tensión, respondiéndole de mala forma y tratándola mal, contrario a todas las veces anteriores, simplemente no entendía la razón del porqué sucedía eso, más si estaban en Bueno términos hace unos días.

¿Sería por Jack? ¿Por ese tonto? Era posible que Camila en dos días haya cambiado totalmente por un hombre, sientiendo quizás cosas por el o solo ahora era su amante de turno. ¿O era una manera de alejarla de su vida? Podia ser, podía ser que Camila esté con este chico para poder alejarla a ella, o quizás en él encontró lo que necesitaba para ella. Porque Jack estaba a la "altura" de ella como le dijo, irónicamente dice eso, Lauren pensaba que nadie es más que otra persona todos somos seres humanos, todos vinimos de la misma manera a esta vida y al final ricos, pobres, sanos enfermos vamos a morir, no somos Tan diferentes los unos con los otros, aquí nadie es más. Lo que sí es que él tenía una vida de lujo, era hijo del ministro, dueño de un Bufete de abogados, era de la Elite y la burguesía como ella le llamaba, era lo que él presidente buscaba para su princesa y quizás por eso él podía ser mejor que ella.

Además de ser un chico.

Pero eso no le generaba inseguridad, en más lo encontraba hasta patético. Ella era Lauren Jáuregui, no tenía todo lo que él tenía pero había una gran diferencia entre Jack y ella, no lo conocía en lo absoluto pero estaba segura que ese hombre "Perfecto" estaba usando a la morena, en cambio ella era sincera y honesta. Lo sabía, ella era una futbolista que proviene de una familia promedio de los Estados Unidos, es conocida por lo que hace claramente pero jamás iba a estar aparentando algo, eso era lo que estos niños de la burguesía hacían, les importaba aparentar, razón por lo que todo que hacían lo subían a sus redes sociales, mostrando una vida perfecta, que no tenían.

Que mejor que la hija del presidente con el hijo del presidente más importante. Era algo que vendía, algo que llamaba la atención, es como cuando un Príncipe de la realeza tiene novia, todos los ojos están en ellos y eso era lo que a las personas de la Élite les gustaba, llamar la atención y Lauren estaba más que segura que Jack estaba haciendo eso con Camila, y Camila en parte con el, aún más cuando todo eso haría feliz al presidente del país luego de que haya rechazado a Matthew por décima vez en su vida.

Lauren no era tonta, para nada conocía el mundo asqueroso de la política, las cosas que ellos hacían para seguir en el poder, para estar en lo más alto y poder controlar un país engañándolos con estos escándalos baratos que la gente como es chismosa le gusta saber. Lauren conocía ese juego que ellos ocupaban, y los ciudadanos eran los juguetes, por eso y muchas cosas más odiaba la política.

Tampoco se iba a arrastrar por Camila, no lo había hecho por ninguna mujer en su vida y ella no sería la excepción. Si Camila no quería hablar más con ella aún cuando se lo pidió una vez para aclarar las cosas, no lo iba a hacer otra vez, Camila ya le dijo lo que tenia que decirle y las cosas ya se habían saldado de esa manera. Lauren no le iba a hablar más, y que si esa caprichosa creía que era un títere más en su vida no le iba a dar en el gusto, ella valía mucho más, no era un juguete como su papá veía a las personas porque estaba pensando que Camila era de la misma manera.

Estaba molesta, porque se sintió patética. Más cuando se dio cuenta que el niño mimado de Jack había copiado su apodo para la morena, eso podía ser inmaduro pero era algo de ellas dos que no debió haberlo compartido. Pero bueno así son las princesitas de la realeza, todas unas zorras disfrazadas de cedas. Camila habia demostrado ser igual que todas esas mujeres, más si se acosto con ella y la espanta de la manera más cobarde, siendo cruel, distante sin darle una explicación, tapando todo para quedar bien como siempre.

El Poder. CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora