El Poder. Camren

Capitulo 67

Camila.

-Dale... hmmm....- me encantaba su puta boca en mi coño. -¡No me tortures Jáuregui!.- le pido cuando se detuvo por completo.

-Es que se me pegó un pelito tuyo.- dice mirándome desde abajo, y su carcajada inundó la habitación. -¡Es una broma!.- exclama.

¡Es que la voy a matar!

Y sin pensarlo la tira a un lado cerrando mis piernas para buscar mis bravas toda enojada por su tonta broma. ¡¿Que se cree para andar molestándome con lo pelos siendo que ella no avisa que viene con anticipación?! ¡No me había depilado por eso!.

¡Es una idiota!

¡No se como acepte ser su novia!

Me desagrada, me cae mal y ¡Agh! Estaba apunto de correr y se le ocurre salir con esa estupidez del pelo todo porque me pillo depilándome.

¡La dejare sin sexo por un año!

¡Que se joda la maldita tonta!

-Princesita no te enojes si es una broma.- me dice recostándose a mi lado y yo me aparte.

-¡No me hables Lauren de verdad que no quiero hablar contigo!.- le grito sería.

-Pero amor... si solo es una broma, es que me acordé cuando llegué y fue inevitable.- me dice suavemente y yo me gruño en respuesta.

-No pienso hablar contigo, aléjate de mi ahora, me mataste todas las pasiones idiota.- le digo enojada.

-Princesita no me hagas esto que me encanta tu Coño...- murmuro intentando besar mi cuello, una de sus manos se posó en mi seno para apretarlo pero no iba a ceder ante ella.

Ya me había enojado.

Sabe como soy, sabe que no me gustan estas bromas e igual la haces porque es una tonta que le encanta andar fastidiándome. ¿Por que me enamore de ella? ¿De una salvaje e idiota futbolista de quinta? Más encima había aceptado acompañarla a su ceremonia de la FIFA, hasta para eso soy buena novia y ella viene aquí fastidiándome por encontrarme depilando.

¡Más encima me depilo para sentirnos más cómodas!

No me depilo más.

En más dejaré crecer tremenda selva para que hable con razón.

Le gustó molestarme, ahora que aguante. Por suerte no usar brackets, sino le quedarían todas las cosas pegadas ahí.

¡Que asco!

Maldita Lauren.

-Amor no te enojes si era solo una bromita pequeñita para ti bebé.- susurró besando mi mejilla abrazándome por detrás. -Yo que te extrañe tanto y lo único que quiero es follarte, tocarte este culo gigante que tienes.- me lo apretó en esos momentos.

-Yo tenía la mejor disposición para follar toda la noche pero tú me mataste las pasiones, así que ahora aguántate.- le digo indignada.

-Obliga a masturbarme entonces.- me dice sufriendo.

No iba a ceder ante ella.

-Que te vaya bien, pero yo no haré nada.- le aseguró.

-¿Ni siquiera porque te amo mucho?.- murmuro.

-Ni siquiera por eso, tú te lo buscaste.- le digo.

Lauren soltó un bufido apegándome más a su cuerpo pero se que se había rendido. ¡Triunfo el mal! Y aunque esté caliente no le iba a dar en el gusto de que siguiéramos follando después de su tonta broma.