Capitulo 41

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Lauren.

Era una princesita caprichosa, mimada, llevada a su idea que logra sacarme de quicio cada vez que quiere hacerlo.

¿Es necesario decir quien es?

Creo que no, todos sabemos quien es, la única mujer que entra a mi habitación sin mi permiso con una maleta ocupando a los Pulgosines sin importarle nada más. Llevada a su idea en todo momento porque no podía perder y porque quería conseguir algo, que era aclararme lo sucedido con el idiota de Tom.

Hablando del niño rico.

Tenía tantas ganas de ir a golpearlo, gritarle en la puta cara que no la volviera a besar. Pero no tenía ese maldito derecho porque la princesita no me pertenece en lo absoluto, es solo mi amiga y aunque todo esto me caliente la cabeza, aunque quiera golpearlo hasta que se olvidara de volver a besarla una vez más, no podía hacerlo... no era mi deber.

¿Por que me sucedía eso?

Quería entenderme a mi misma, a mi mente, pero más que a mi mente entender a mi corazón y lo que él estaba sintiendo. Sabía que Camila era mi amiga sexual como ellas no denominó a ambas, teníamos esta especie de aventura que yo comencé hace más de tres meses cuando Vero me habló de ella por primera vez. Fui yo la que la busco y de cierta manera la "acoso" pero siempre con su consentimiento, de alguna manera cuando empecé a hablar con ella nunca imaginé que llegaríamos tan lejos en toda esta aventura. A lo más pensé tener Sexchat con ella ocupando un método que nunca había ocupado pero misteriosamente con ella había resultado.

Nunca fui el tipo de mujer que iba por la vida conquistando mujeres. Si tenía mi encanto porque soy hermosa, pero nunca fui como Vero, que cada fin de semana habia una chica diferente en su cama, empezando porque no tenía ese tiempo, más si mi carrera era lo más importante para mi. Pero cuando vi a Camila simplemente esa esencia afloró en mi interior de ser atrevida, conquistarla, y por supuesto intentar tener algo más con ella, que solo ser coqueta por conversaciones en Instagram.

Éramos amigas sexuales, logre eso con ella.

Pero si sólo era mi amiga... ¿Por que me daba tanta rabia que alguien más la besara? ¿Por que me molestaba saber que había venido con alguien más? ¿Por que odiaba que otros la coquetearan y la invitaran a citas? ¿Por que solo la quería para mi cuando no me pertenecía?

Ella no me pertenece y nunca lo hará porque no es un objeto, es una mujer que se vale por sí sola y a la única persona que se pertenece es así misma.

Pero hablo en el sentido de pertenecer cuando estas en una relación, con ella solo tenemos esta aventura, sin compromiso donde éramos libres de hacer lo que quisiéramos. Ella podía estar con quien quisiera y yo también, lo teníamos claro. Ambas éramos mujeres maduras, sabíamos en lo que nos habíamos metido y las condiciones que esto tenía también, éramos libres como dije, no debe molestarme que él la beso, pero lo hizo.

Me molesto más que la mierda.

Y también me dolió.

La posibilidad de que Camila me estuviera gustando más que para solo follar estaba creciendo en mi interior, y no me aterraba. No tengo putos dieciocho años, y si me gustaba alguien lo iba a asumir, el problema era todo lo que esto podría conllevar.

A la mierda.

¡Si yo sentía algo más por la princesita era porque ella también lo sentía!

¿Camila lo sabrá?

¿Ella estará dudando o su terquedad no la deja ver la realidad?

¿Pero que era lo que sentía?

El Poder. CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora