Capitulo 49

29.9K 1.2K 1.1K
                                    

Lauren.

Terminaba de abrochar los pantalones de tela azules tomando asiento en la cama, zapatillas Adidas corrompiendo a Camila de su obsesión por lo formal, una blusa blanca sin botones pero elegante y el blazer del mismo color azul oscuro, haciendo un juego Perfecto conmigo, mi cabello suelto y como no lo tenía tan largo lucia bien. Incluso hasta me había maquillado estando lista para irme a la fiesta, yo lo estaba, me demoré lo que alguien normal se demora arreglándose para una fiesta, además que sólo era una fiesta de niños ricos, nada importante, de hecho iba solo por hacer feliz a la morena.

Pero Camila recién se estaba terminando de echar crema.

¡Había salido antes que yo de la ducha y aún no estaba lista!

Que manera de demorarse esta mujer.

Llevaba como una hora sentada en la cama cuidando su piel porque segun ella debía hidratarla. Y para mi era una tortura verla desnuda y no poder tocarla, pero ella no me lo permitía diciendo que estábamos tarde para llegar a la tonta fiesta. ¡Ni siquiera estas lista Princesita!

Me estresa esta mujer.

Y después yo soy la irresponsable.

Que injusta es la vida.

-¿Es necesario que te eches tanta crema?.- le cuestiono estirándome en la cama.

-¡Lo vas a arrugar!.- exclamó histérica.

-Si no te demorarás tanto no me hubiera echado.- le respondo y Camila gruño de inmediato.

-Tú no entiendes, tengo que lucir perfecta.- se puso de pie para recién comenzar a vestirse.

-Camila ya luces perfecta, no es necesario mucho.- le digo sincera. -¿Puedes apurarte?.- le pido suavemente.

-Puedo pero no quiero.- decreta. -No pensé que estuvieras tan ansiosa de ir.- deslizo el vestido por sus brazos luciendo más que hermosa al instante.

-No estoy ansiosa, sino estoy aplicando la lógica que entre más temprano nos vamos más pronto nos vendremos.- le explicó y ella río.

-En ese punto tienes razón, pero te va a gustar... estarán mis amigas que también te admiran.- me dice con una media sonrisa.

-No digo que no me guste, en más quiero ir de alguna manera me causa curiosidad.- le digo. -Y no me puse esta ropa para nada.- Ella río nuevamente y me encantaba escucharla reír.

-Te vez caliente, me gusta que te veas caliente para que todo el mundo te mire y sepa que no puede tenerte.- ahí esta mi chica autoritaria y arrogante.

-¿No pueden tenerme?.- le cuestiono.

-No.- asegura.

Camila terminó de vestirse en media hora más luciendo hermosa en su vestido que marcaba sus curvas, su trasero y me fascinaba verla tan hermosa. Siempre lucia hermosa pero verla con esa actitud de seguridad, de "Soy Camila Cabello" sabiendo que era una de las personas más importante de esa fiesta me encantaba. Y me sentía afortunada de ser yo la que la acompañaba esa noche a ese lugar, aunque esas fiestas no fueran de mi agrado porque estaría rodeada de niños mimados, lo iba a tolerar por hacer feliz a la morena, su felicidad era lo que importaba en estos momento y siempre.

Solo era una fiesta.

Más si habíamos tenido unos días maravillosos juntas, donde hicimos lo que quisimos, tuvimos momentos lúdicos pero también cercanos, hablando de todo y mimándonos sobre su sofá, o su cama o en cualquier lugar donde solo fuera necesario unos besos y abrazos por parte de ambas. Tuvimos tiempo para follar, para reírnos, para jugar y también para hacer absolutamente nada, eso era lo mejor de estos días que nada fue planeado ni predestinado, solo sucedían porque lo sentíamos y el momento lo ameritaba. Nunca tuvimos una rutina y nunca deje de sorprenderme de las cosas que hacía con ella, incluso el estar con los perros no era una rutina, sacarlos a pasear y jugar con ellos, me di cuenta que los amaba de verdad a los dos Pulgosines, que eran parte de mi vida y que era feliz con ellos, aunque antes los quería mucho ahora no quería estar lejos de ellos.

El Poder. CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora