El Poder. Camren

Capitulo 57

Camila.

¿Que es ese ruido?

¿Por qué hay alguien gritando el himno nacional?

De seguro son la oposición de papá que viene a hacer escándalo a estas horas de la noche... ¿Que hora eran?.

-Lauren... Sapito tengo frío.- murmure estirando mi pierna en la cama intentando tocarla.

¡Un momento!

¡¿Donde se metió esta mujer?!

Mis ojos se abrieron de golpe sentándome en la cama buscando a la idiota con la mirada. ¡Ya estaba molesta porque no estaba conmigo! Me dijo que hablaría con papá y vendría de inmediato a dormir conmigo.

Y si mi papá la mato...

Y si me abandono...

¡No! No puede abandonarme porque si no yo misma iré a buscarla con todo el servicio secreto para traerla de vuelta a mi lado sin importar nada más, ella no tenía derecho a abandonarme menos a mi, menos ahora. Así que mejor que no lo haya hecho si quiere seguir jugando fútbol y viva, porque a mí nadie me abandona.

¡¿Donde se metió esta loca?!

Mire la hora en mi celular y el reloj marcaba las dos de la mañana. Y gruñendo me puse de pie dispuesta a ir a buscarla.

¡Las cosas que hago por esta mujer!

¡La voy a matar! Si mi papá no lo hizo, lo haré yo por dejarme durmiendo sola. Más cuando tengo frío y necesito sus cariñitos a mi lado. ¡La traeré devuelta en dos segundos tome mi bata de levantar junto con mis sandalias para salir de la habitación escuchando más claramente los gritos.

¿No era la voz de papá?

¿Por que estaba gritando?

¡Lauren lo estaba matando! ¡Siempre supe que era una mala idea que conversaran juntos!

Aunque Lauren no era capaz de matar a nadie menos a mi papá.

Seguí caminando rumbo a la oficina de papá escuchando los ladridos de Leo. ¡¿Por que Leo no estaba con sus hijos y novia?! ¡¿Por que la risa de Lauren se escucha?!

¡¿Que está pasando?!

Llena de coraje entre a la oficina de papá viendo las botellas de vino vacía en la mesa, las luces prendidas y los ventanales del Balcón abierto en par en par, mientras que ellos cantaban una canción de Queen.

¡Los iba a matar a los dos!

A pasos firmes llegue al balcón mirándolo a los dos con los brazos cruzados delante de mi pecho, y ellos ni cuenta se daban de mi presencia.

¡Estaban abrazados con las botellas al aire!

¡¿Que están haciendo?!

-¡Ustedes dos!.- les grite a ambos y ellos de inmediato me miraron sorprendido.

-H... ola pinchechita.- Apenas hablaba la idiota que tengo como pareja a mi lado.

-¡No sabes que son las dos de la mañana y hay personas durmiendo en esta casa para que anden gritando como si fueran las doce del día!.- les grito molesta, enojada a ambos.

-Tamos... to to to tomando.- Mi papá tenía hipo, y me señalaba su botella. -Una copa.- alza su dedo.

-¡Llevan como cinco par de borrachos!.- Les grito aún más enojada. -¡Y tú Jáuregui me dijiste cinco minutos y que ibas a dormir conmigo!.- le recuerdo. -¡Han pasado Tres horas!.- Ella me miraba inocente.