ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.

Mátala.

AU moderno! Tanjiro Kamado

—Necesito un tiempo, ¿sí? Sólo pensar y ya.

Tus palabras fueron como cuchillas, dieron directo a su corazón causando una gran herida. Tanjiro quitó la sonrisa que tenía de la cara cuando te vio, intentó mantenerla pero sus ojos se pusieron brillantes y las lágrimas amenazaban con salir de ellos. Tragó saliva, su garganta... Tenía un nudo que no le permitía hablar, su cara; una mueca de tristeza, una sonrisa que ni siquiera parecía de esas radiantes de siempre, su corazón no paraba de latir rápido, durante un montón fue lo único que podía escuchar. Su corazón latiendo con fuerza, su pecho intentando decirle que hiciera algo antes de que fuera tarde pero su cuerpo no reaccionaba.

—Mira... Tanjiro, no es tu culpa para nada —seguiste hablando.

—______-chan, yo- —tu nombre fue lo único que salió de su boca.

—Por favor, sólo necesito tiempo —dijiste retrocediendo un poco cuando él intentó agarrar tus manos. —A quien le miento, ella es mucho mejor que yo. Te lo ruego dale una oportunidad.

Dio un gran suspiro para no llorar, ya no podía aguantar, en cualquier momento los sollozos saldrían de su boca, en cualquier momento las lágrimas saldrían de sus ojos. Cuando te despediste yendote, sus piernas no se movieron; "por favor no te vayas..." Quería correr detrás tuyo, tomar tu mano e intentar explicarte todo.

No pudo.

Se quedó parado en su lugar viendo como tu silueta se alejaba, las lágrimas salieron como cascada y al parecer sus sollozos también, volvió a casa con el corazón destrozado.

• • •

Al día siguiente no te vio en la escuela, fue a buscarte a tu salón y no te vio, incluso le preguntó a tus amigas sin resultado alguno.

Su hermana se había enterado, la radiante sonrisa de Tanjiro no tenía el mismo brillo y aparte él es malo para mentir, Nezuko sabía con perfección que sucedía pero no como podía ayudar. Cuando dio la hora del receso de inmediato fue a buscar a su hermano, corriendo por los pasillos sin importar si era regañada o no. Cuando lo vio lo tomó de la muñeca llevándolo con Zenitsu, quien estaba sentado en una banca apunto de comer su bento.

—¡Hmmph!, hmmm —le dijo Nezuko mientras dejaba a Tanjiro a su lado.

No se le entendió por el pan que llevaba en la boca.

—¿Qué? —se quedaron confundidos los dos chicos.

—Perdonen —dijo después de quitarse el pan de la boca. —¡Dile lo que me dijiste!