Yandere! Kyojuro Rengoku

18.9K 1.2K 1.8K
                                    

Él es como el sol capaz de iluminar la oscuridad y brindar calor, sin embargo el calor a veces quema y la luz que da también puede crear sombras. Su energía, determinación, el aura abrigadora a su lado... ¿Abrigadora? Quizás esa no es la palabra correcta pero con el simple hecho de estar tranquila cuando estás con él es lo único que importa. Una cazadora novata, inexperta, alguien que ha estado al filo de la muerte un par de veces o tal vez más.

Kyojuro, el pilar de la llama, tu salvador. Tantas veces que te ha salvado de demonios, accidentes con otros cazadores y hasta de ti misma; gran apariencia de héroe, ¿no es así? Ser anhelada por un hombre, ser querida, amada por este y lo mejor son los detalles que tiene contigo. Darse cuenta de hasta el más mínimo cambio en tu apariencia; desde un broche hasta diferente peinado o incluso el brillo de tus ojos y el sonrojo en tus mejillas. ¿Bonito, no? Pero acosador también. Sin embargo la preocupación de Rengoku fue más extensa de los límites que son sanos, se volvió una obsesión, una enferma obsesión.

¿A quién le importa eso? Estar hundiéndose en la magia del amor, en un mundo donde hay demonios y la mayoría de situaciones son envueltas por una oscuridad infinita... Encontrar una luz que pueda iluminarte a ti dentro de una persona que no tiene nada más que sombras a su alrededor. Por lo menos así sería como Kyojuro te describiría.

¿Y cuándo te importó?

Nunca te diste cuenta debido a tantos detalles lindos de su parte.

Sólo que aquel rubio, el pilar encontró en ti un espacio donde fácilmente podría sacar sus demonios internos sin sentirse mal. Oscuridad con más oscuridad no da nada, todo se queda como está; ¿qué es mejor?, ¿oscuridad y luz para crear sombras? O quizás... ¿una oscuridad sumada a otra donde no habrá problema alguno?

-Ya me cansé, maestro -te disculpaste mientras hacías una reverencia frente a él, jadeando por aire. -El entrenamiento es duro, estoy dando mi mejor esfuerzo, permítame descansar un momento.

¿Duro? Estaba siendo suave contigo, a diferencia de las demás personas que intentaron entrenar con él... Tiene piedad contigo.

-Mi niña -tu cara se puso roja por repentino apodo, tragaste saliva y no te levantaste aún. -¿Comiste bien hoy? Estás esforzándote más que otras veces, pero no de buena forma.

Sus manos fueron a tus hombros, levantándote para que te pusieras recta y lo miraras a los ojos. Una sonrisa suave, llena de dulzura adornaba su cara mientras que sus ojos tenían un brillo tenue pero tranquilo. Tragaste saliva, ¿cómo adivinó? Puede que no hayas desayunado pero incluso no hay forma de que él esté enterado. Cuando sentiste su pulgar acariciando tu mejilla, tu corazón ya no latía rápido sólo por el entrenamiento comenzaba a ponerte nerviosa y estabas casi temblando ante su tacto tan acogedor.

-N-no desayuné, eso es todo -le respondiste mirándolo.

Tus mejillas teñidas de rojo delataban tu estado, Kyojuro soltó una risa y se acercó para poder besar tu frente.

Besar tu frente.

De todo el tiempo que habías estado con él o incluso lo conocías, jamás había dado besos más allá de las manos por lo menos contigo y el hecho de que besara tu frente te sorprendió un montón. El rubio te tomó de la mano para empezar a caminar hacia algún lado.

-¿Qué quieres comer? ¡Yo invito! -tragaste saliva.

-N-no hace falta -estabas toda roja pero él no hizo caso a tus palabras. -Quiero probar algo que le guste a Kyojuro sensei.

Tu respuesta aceleró su corazón.
No sólo fue el "sensei" si no que, tu interés hacia él le hizo sentir feliz. Fue una extraña sensación en su corazón, no sólo latió más rápido, hubo algo más, algo que le hizo sentirse importante y muy querido por ti.

ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora