Especial 30k. •Hotaru Haganezuka•

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Eres compañera de Tanjiro, por lo cual cuando él suele romper su espada, tú lo haces por igual algunas veces y así es como Haganezuka termina viéndolos a los dos y sólo queriendo matar a uno.

En este momento se encontraban en la finca mariposa, a las afueras para ser exactos esperaban a Haganezuka quien traía sus nuevas espadas, cuando vieron que se acercaba los dos saludaron felices sin embargo el sacó unos cuchillos y empezó a perseguirlos. Corrieron por casi todo el contorno de la finca huyendo del hombre furioso, sus corazones latían como si les amenazaran salir de su pecho pero te diste cuenta de algo que Tanjiro no, Haganezuka no te perseguía a ti si no que a él, paraste y cuando estaban algo lejos de su herrero y, mientras tomabas a Tanjiro de la mano colocándolo detrás tuyo sin soltarlo; el hombre que forjó sus espadas se detuvo.

No podía amenazarte a ti de esa forma.

—¡Ohayo Haganezuka-san! —le dijiste con una sonrisa sin dejar de agarrar a Tanjiro.

Él bufó, no sólo porque habían roto las espadas que fabricó si no que, también le molestó verte agarrada de esa forma junto al joven Kamado.

—H-hola Haganezuka-san —saludó esta vez Tanjiro.

—Malditos bastardos... —murmuró mientras guardaba sus cuchillos, al parecer tranquilizandose.

—¿Podemos ir a dentro para que todo sea más cómodo? —preguntaste.

Él aceptó y los tres se dirigieron adentro de la finca mariposa. Una vez se encontraban dentro hiciste un poco de té para darle a Haganezuka, sin embargo habías olvidado que tenía máscara, así que se lo diste al de cabello rojo; dejándolo confundido pero aún así te agradeció. En cambio, el hombre mayor frunció el ceño debajo de su máscara e ignorando todo eso sacó las dos espadas que hizo, la tuya y la de Tanjiro.

Te sentaste a un lado de tu amigo, Haganezuka empezó con la tuya; te explicó cuidadosamente como estaba hecha.

—Use el mejor nichirinto que tenía, la pulí durante un día y como sé cuando te encanta el color verde, decidí hacer la empuñadura de un material especial, cada que salgas al sol o cuando le pegue la luz de diferentes formas se va a tornar de un color verde que no será igual ninguna vez.

No sólo tú, también Tanjiro escuchaban su explicación asombrados.
Tomaste la espada la cual te entregó Haganezuka y tu sorpresa fue aún mayor al tenerla en tus manos, la ligereza con la que se agarraba, el peso era mucho menor al de la anterior espada y te permitía manejarla de una mejor forma, te fijaste en los detalles, cuando Haganezuka se dio cuenta de que encontraste el grabado de corazón que había hecho en el metal; prefirió hacerse él que no sabía nada y entregarle su espada a Tanjiro.

—Realmente se esforzó mucho haciendo la espada de _____-chan, Haganezuka-san —dijo el ojirrojo sorprendido mientras una sonrisa alegre aparecía en su rostro.

—Creeme que lo hizo —dijiste también con una sonrisa.

Haganezuka volteó a verte y le guiñaste un ojo, pediste disculpas para levantarte y salir un poco al sol para ver como era lo que tu herrero había explicado.
No sólo era la empuñadura de tu espada el que cambiaba de color, también el grabado de corazón parecía estar recubierto de alguna especie de tornasol que le hacía brillar como si fuera arcoiris, se veía realmente hermoso.

Llegó el tiempo en el que Haganezuka se tenía que ir, pero lo detuviste tomándolo de la mano y jalandolo hacia ti para poder darle un abrazo.
Agradeció usar esa máscara o si no se notaría el intenso rubor de su cara por tu repentina muestra de afecto a la cual no se negó. Sus manos temblorosas se dirigieron a tu espalda para corresponder a tu abrazo, Tanjiro observó sorprendido la escena. Haganezuka sentía su corazón latir horrible, sus latidos eran muy rápidos por tenerte tan cerca de él y sobre todo de esa forma.

ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon