ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.

Au moderno! Tanjiro Kamado

Fue entonces que el tiempo empezó a correr. En tu rostro se encuentra una sonrisa radiante mientras escuchas las palabras del sacerdote que se encontraba hablando. Tu futuro esposo acaricio con las yemas de sus dedos tu mano, caricias suaves y tiernas las cuales hicieron que un pequeño rubor apareciera en tu rostro. Esperando ansiosa a que pasara a lo siguiente fue cuando toda tu ilusión se derrumbó.

—¡Yo me opongo! —gritó una voz desde la entrada de la iglesia.

Por inercia volteaste a ver, tu sorpresa no fue más que verlo ahí, parado. Pensabas que nunca más le volverías a ver.

• • •

Tanjiro te tomó de la mano, aún tímido hacia ti, los dos se dieron un abrazo. Al estar tan cerca se podían escuchar los latidos de su corazón, lo nervioso que estaba y gracias a todo esto pudiste darte cuenta de lo mucho que te ama. Su mano derecha fue a tu espalda dando leves caricias. Llevaban conociéndose 4 años y ya parece que es de toda la vida. La tenue iluminación que brinda la noche les ayudo a tener un ambiente más romántico, se encontraban en la terraza de tu departamento, disfrutando de su relación.

—Me siento realmente afortunada —al escucharte Tanjiro se separó un poco para poder verte a la cara. —Eres como un sueño.

—No digas esas cosas _______-chan...

Aún con la poca luz que había su sonrojo se veía a la perfección. 

—Yo soy el afortunado aquí porque te tengo a ti —sonrió mientras acariciaba tu cara. —Podríamos decir que los dos ganamos algo al estar juntos. Yo por ejemplo gané toda la felicidad del mundo.

—¡Tanjiro! —desviaste la mirada con vergüenza haciendo que el riera.

—Te amo _______-chan.

—Yo más —respondiste. —Yo gano en amarte.

—Nop, yo te amo mucho más ~

Los dos rieron y fueron a sentarse.

Al día siguiente tenías que despertar para ir a tu nuevo trabajo, Tanjiro se quedó a dormir contigo pero igual se fue temprano. No tenía mucho que habían terminado de estudiar y ahora cada quien estaba ocupado por su parte. Por el momento el joven Kamado ayudaba a su familia con la panadería en lo que encontraba un trabajo y tú por otro lado, fuiste de compañía a compañía hasta que por azar del destino una de estas te habló. Desde hace mucho te habías independizado de tu familia, cortaste todo tipo de comunicación con ellos y comenzaste a vivir tu vida, sola. Aunque claro con el apoyo de Tanjiro también.

Al principio fue duro no tener a alguien a quien avisarle que habías regresado a casa, incluso alguien molestándote pero tomaste la mejor decisión.

Al llegar al trabajo después de ir a tu puesto y que te explicaran que hacer, recibiste un mensaje de tu novio: «¡Hola amor! ♡ ¿Ya estás en el trabajo? Ojalá te vaya bien, en la noche pasaré a recogerte como acordamos. Vamos por algún postre, ¿estás de acuerdo?» Lo leíste nada más debido a que estabas ocupada en un dibujo pero una gran sonrisa adornó tu rostro. Alguien se acercó con su silla hacia ti y se puso a tu lado, intentando ser chismoso y ver tu celular; quería buscar la razón de tu sonrisa pero a ti, todo esto te desconcertó. Volteaste a ver a aquel chico.

—¿Necesitas algo? —preguntaste.

—Estabas nerviosa y ahora luces muy feliz —respondió. —Tu sonrisa es bonita.