ACTUALIZACION: 24/04/21
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Portada hecha por @Hxruu! Muchas gracias ❤❤❤❤
¡Porqué me enamoré!
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Se trataba del pequeño niño rubio, aquel niño con unos ojos color arcoiris tan especiales. Aquel niño al que creían un Dios. Se trataba de ese pequeño niño y tú.
Fue entonces que el pequeño quedó cautivado por ti.
La primera vez que lo viste fue cuando tus padres se enteraron de la noticia y decidieron ir, decían que el niño hacía milagros: Douma se llamaba. Tus padres esa vez te llevaron, tuvieron que viajar mucho para visitar a aquel rubio. Ese día no querías ir pero por alguna extraña razón aceptaste.
Eran las 10 con 40 cuando salieron de casa, fue un viaje algo largo puesto que el lugar donde este chico milagroso se encontraba estaba algo alejado. Al llegar tenías miedo, un lugar misterioso y nuevo con un niño adentro... Es tan simple como decir que el escenario era más que tenebroso para ti. Había una fila de personas, tardaban un poco pero parecía que también había un límite de tiempo para hablarle y contarle cosas, debido a la cantidad de gente a tan temprana hora, el tiempo no era mucho. Al llegar el turno de tu familia, tus padres se arrodillaron dejándote confundida, tu inocencia de niña llevó a que imitaras su acción para darle respeto al supuesto "Dios". Pero a los ojos de Douma él quería tu respeto.
Una pequeña con un cabello hermoso y unos ojos deslumbrantes, iluminados por la inocencia de la infancia pero confundidos por el momento tan fuera de lugar para su edad. Tu mirada fue lo que le encantó a Douma, sin embargo tu apariencia podía ilustrar a todos. El niño rubio no fue la excepción, quedó impresionado de verte. ¿Quizá era porque es un niño? Encontró en ti, la primera niña que pasaba frente a él de manera tranquila; algo que no había visto en ningún otra chica de algún familia que lo había visitado con anterioridad. Douma esperó a que tú dijeras algo, callada y tímida. Su ilusión se vio disuelta por tu padre quien empezó a contar problemas de su enfermedad, un gran inconveniente que después acabaría con todo.
—Saluda, hija —te ordenó tu padre en un murmuro.
—Es un gusto conocerlo —con voz temblorosa hablaste. —Por favor ilumíname con tu bendición.
Douma encaprichado por su posición se paró y caminó hacia ti, tu sorpresa fue máxima y sin saber que hacer mirabas a tus padres, quienes simplemente estabas emocionados por lo que veían. Douma al estar en frente tuyo tomó una de tus manos y luego te acarició la cabeza como a un gato, esto te causó un gran sonrojo, él sonrió.
Ese fue su primer acercamiento.
Tu padre gastó todos sus ahorros en conseguir un hogar mucho más cerca de Douma. Ahora vivías a 10 minutos de él e ibas a visitarlo para contarle tu día e incluso le preguntabas como iba el suyo. Él se encontraba emocionado de recibir tu visita, le gustaba que alguien le preguntara como se encontraba ya que eras la persona que no lo veía como un Dios por completo. Sabías que había algo especial pero seguías tratándolo como un humano, alguien en quien confiar y quien puede confiar en ti. Fue así que su relación comenzó a crecer más y más, incluso después de dejar de ser niños, cuando crecieron y se volvieron adolescentes seguías frecuentándolo.
