Capítulo 54 -Nos Vemos Mañana

1.1K 95 22
                                    

El silencio que se ha creado en la sala es verdaderamente incómodo. A penas puedo escuchar mi respiración.

–¿Marco?.–escucho a mi abuela romper al fin el silencio.

–¿Que no te habías ido?.–resopla Chad con ira.–¿Qué es lo que pretendes ahora?.

Marco lo fulmina y observo como se tensa su mandíbula.

–A ti no te importa...–dice entre dientes.

–Jane, por favor... Échalo de aquí.–exige Chad y volteo a verlo con el ceño fruncido.

–¿Quieres calmarte, Chad?.

–¿Que me calme? Jane, este tipo sólo quiere interferir entre nosotros dos.–dice y Marco ríe con sequedad. Chad le da una mirada desafiante.

–¿Nosotros dos? ¿Cuál "Nosotros dos"?–pregunto exasperada.

–Okay, chicos... Tranquilícense.–dice mi abuela caminando hacia la puerta donde se encuentra Marco aún parado, para así tomarlo del brazo y hacerlo entrar.–Marco, cariño... Entra para que resolvamos esta situación con la mayor calma posible, por favor.

Marco termina entrando y se sitúa justo a mi lado. Chad no deja de mirarlo como si tuviera ganas de matarlo.

–¿Por qué estás aquí? ¡Confiesa, joder!...–dice Chad con impaciencia.

–A ver, a ver... Bájale un poco a tu tono. Tú no eres nadie para hablarme de esa manera, no te debo ninguna explicación de absolutamente nada.–Marco habla con serenidad. Puedo ver claramente cómo las venas de Chad se marcan en su frente.

–Viniste por ella... ¿No es así?. Viniste a implorar por su amor, a engañarla y quedártela para tí.–escucho dolor en la voz de Chad y me empiezo a sentir mal por él. No debí ilusionarlo de ninguna manera.

–¿Pero de qué hablan?.–pregunta el abuelo confuso enarcando una ceja

–Don Samuel, disculpe si mi presencia trae inconvenientes. Tenía toda la intención de hablar con usted y su esposa tranquilamente a cerca de mí y de su nieta, Jane. Pero dadas las circunstancias, tendrán que saber todo ahora, y de esta incómoda forma.–dice Marco dándole una miradita a Chad.

–Por favor, Marco... Cuéntanos.

Ahora todos sabrán lo nuestro...

Mi respiración es pesada. Tengo miedo de la reacción de mis abuelos y de todos en esta sala presente, pero admito que más a la de Chad. Esto no va a terminar bien.

–Estoy enamorado de su nieta, Don Samuel.–suelta sin tapujos y mi cuerpo vibra.

–No me jodas...–murmura Chad mientras empieza a dar vueltas en círculos pasando su mano por su cabello. Él suelta varias risitas nerviosas.

–¿Y qué pretendes, hombre? ¿Que te crean?. Jodete.–espeta con rabia.

Marco da varias pisadas firmes en su dirección y me espanto. En un rápido movimiento, Marco toma a Chad de la camiseta.

–¡No, deténganse!.–chilla Jackie acercándose a ellos.

–¡Cuida tus palabras!.–amenaza Marco a Chad y en eso mi abuelo lo toma del brazo para alejarlo.

–¡Compórtense de una buena vez!.–dice mi abuelo molesto.

–Largarte, Jane no te necesita. No eres nadie, ella no te pertenece ni te pertenecerá...–dice Chad con toda seguridad y le doy una mirada cansada.

Oh, basta...

–¡Para, Chad!.–le pido.–Por favor...

–¡Díselo, Jane! ¡Tiene que entender!...

Bajo Tus Encantos © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora