Bajo Tus Encantos ©

Capítulo 62 - Mamá

–Debes odiarme después de todo...–dice Janna en un hilo de voz.–Pero debes escuchar  lo que te tengo que decir a ti y a mi pequeña Jackie.

–¡Ella ya no es tu pequeña Jackie! Ella dejó de ser tu hija cuando la abandonaste junto a mí en el que se suponía que sería el día más feliz de mi vida, era mi cumpleaños... Y fue él peor día de todos.–suelto llena de rabia. No se imagina lo mucho que sufrí.

–¡Lo sé! Créeme que lo sé, ustedes a penas eran unas niñas cuando tuvimos que irnos de su lado. Pero por Dios Jane, no fue porque quisimos... Lo que menos queríamos era abandonar a nuestro tesoro más preciado, que son y serán siempre, ustedes.–ella alza su mano para intentar tocarme otra vez, pero me aparto.

–No te creo... ¿Qué razón tendrían para hacerlo? No hay ningún pretexto que justificara tan cruel acto.–niego frustrada.

–Tu padre y yo no tuvimos otra alternativa que alejarnos de ustedes, por su propio bien. No queríamos que nada malo les pasara. ¿Puedes entenderlo?.–dice entre lloriqueos, pero no creo en sus palabras y mucho menos en sus lágrimas de cocodrilo.

–No, no lo entiendo... ¿Qué fue lo que supuestamente los obligó a alejarse de nosotras? Quiero que me aclares eso, porque desde ese día que se fueron traigo el pensamiento y la duda. Siempre he querido saber cuál fue el mal que hicimos mi hermana y yo para merecer algo así...–suelto el aire que estaba conteniendo tratando de tranquilizarme.–Por favor... dímelo.

–Te lo voy a contar todo... es una historia muy larga. Por favor, sentémonos y hablemos con calma ¿Sí?.–inquiere.

Accedo a regañadientes y paso por su lado para sentarme en el mueble más grande de la sala. Ella también toma asiento justo enfrente de mí. Mi abuelo quien estaba expectante, también toma asiento a mi lado.

–Yo también necesito saber la historia, Janna...–le dice mi abuelo con claro resentimiento en la voz.

–Sí... Todos ustedes merecen una explicación. ¿Dónde están Jackie y su esposa?.–pregunta secando sus lágrimas.

–Ambas salieron, pero están a punto de llegar...–le responde el abuelo.–¿Quieres esperarlas?.

–Sí, quiero ver a Jackie y también quiero que escuche lo que tengo por decir...

–Espero que después de eso, seques tus sucias lágrimas y te largues por donde viniste... Si fuera por mí, en mi vida volvería a verte. No sabes cuánto te desprecio.–suelto con veneno y esta agacha la cabeza.

–Tienes todo el derecho de odiarme, lo entiendo... Pero no sabes lo mucho que me duele. Desee tanto volver a verte, te he extrañado a ti y a Jackie con todo mi corazón.–otra vez su voz se quiebra y me mira con brillo en sus ojos.–Tan sólo mírate en la mujer que te has convertido, luces tan hermosa... Jackie también luce preciosa y muy bien.

–Y no precisamente gracias a ti ni a Stan... Yo fui la que salió adelante con mi hermana, yo fui su madre y su padre, tuve que dar mi vida por ella. Antes sí, antes sí necesitábamos bastante de ustedes, pero hoy... Hoy los necesitamos sí, pero lejos de nuestras vidas.–sigo diciéndole todo lo que siempre desee decirle en todo este tiempo. Ella sólo asiente cabizbaja mientras saca de su bolso un pañuelo para secarse las lágrimas.

–Créeme que es lo mejor que podemos hacer para no causarles ningún problema... Y que por nuestra culpa a ustedes les pase algo malo. Pero yo... Yo no aguanto más. No puedo seguir esta vida sin poder verlas, sin poder decirles lo mucho que las amo...–Ella llora con más intensidad y siento una presión indescriptible en mi pecho. No estoy segura si lo único que siento en estos momentos es odio y rencor, creo sentir amor por ella. Eso me molesta. No debería.