Bajo Tus Encantos ©

Capítulo 19 - La Marina De Guerra

Todo fue tan rápido, tan confuso y extraordinario, que mi mente todavía no logra asimilar lo que pasó.. Marco me besó, yo le devolví el beso ¡Nos besamos!. Fueron tantas sensaciones nuevas que sentí y extrañas para mí, que me siento de una manera extremadamente frustrante. Mi mente sólo piensa en ese justo momento en el que él, Marco.. Estampó sus labios con los mío, esos labios que por más que lo trate de negar.. Los deseaba.

Mi piel se eriza al recordar su cercanía, su respiración, su aliento tocar cada uno de mis sentidos, sus brazos firmes tomandome, incitandome a más.. Y su dura erección.. Tan sólo de pensar en eso mis mejillas arden. No sabía que alguien puede sacarte de ti mismo, que puede elevarte a emociones que creías inalcanzable, con sólo unos besos y unas caricias. Sientes que todo tu cuerpo se llena de adrenalina y unas ondas de corrientes recorren todas y cada una de tus venas, es una sensación que no la alcanza a describir ningún tipo de palabra.

Aún siento la sensación de sus labios... Marco.. ¿Qué fue eso? Pienso en cómo me miraba, con sus ojos llenos de una intensidad abrumadora, su frente pegada a la mía y sus palabras causando estragos en mi pobre ser...

"Te deseo... Y sé que tú también a mí "

"No te niegues, ¿Me deseas, huh?"

Él, él me desea.. Me lo dijo y eso me confunde aún más, aunque he visto como me mira y me hace sonrrojar... Pero eso no quita el que no me soporta, él me odia ¿Entonces por qué me besó?.

Tú también lo odias Jane, ¿Entonces por qué también lo has deseado besar?.—reprocha mi subconsciente.

Ay, estoy tan perdida.. Ya no sé ni qué pensar.

Sólo mi mente acude a lo que pasó, a algo que me dejó aún más alucinada.. Marco sonrió, y no fue la típica sonrisa sarcástica y de maldad que usa, sino una que dejó mi corazón con taquicardia... Fue una sonrisa reluciente y hermosa, su sonrisa llegó hasta sus ojos, haciendo que las comisuras de sus ojos se arruguen, no sé si lo notó, pero me quedé totalmente embelesada mirándolo, nunca y jamás lo había visto sonreír así, juro que fue muy sorprendente, adoraría volver a ver esa bella sonrisa...

¿Qué te pasa Jane? —mi subconsciente me da una bofetada.

¡Ya basta de pensar! En él, en sus besos mojados por todo mi cuello, enviando una fuerte corriente a mí parte más intima, haciendo crecer una fuerte presión en mi vientre.

"Continuará"

Esa última palabra hace eco en mi cabeza... Oh mierda, estoy entre la espada y la pared. No quiero, no podré estar de nuevo frente a él despúes de lo que pasó, no sé cómo reaccionaré. Además esa palabra sonó muy comprometedora, sé que me seguirá provocando, pero no seré débil ante él... Oh carajo, estoy perdida.

—Jane...—Jetro habla y lo observo.

—¿Sí?.

—Te noto muy tensa y pensativa.. Cómo si estuviese tu cuerpo aquí, pero tu mente en otro lado.. ¿Hay algo que te preocupa, hija?.—pregunta preocupado.

Ay, si supieras viejito.

Suspiro y le sonrío.

—No, no me preocupa nada, no me pasa nada..—miento. Claro que estoy preocupada, mucho. ¿Qué por qué estoy preocupada? Por mí, no sé si podré contenerme ante Marco. Él es muy convincente, si no hubiese sido por la voz de Jetro llamándome.. No sé si seguiría siendo virgen.

Y otra vez siento mis mejillas arder en fuego... Sí señores, soy virgen, a los 21.

—¿Por qué te pusiste toda roja de repente? —pregunta y hay diversión en su voz. Lo miro y pestañeo varias veces con nerviosismo.