Capítulo 47 - Su Hogar

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–Te lo mereces, mi niña. De verdad ¡Esto me ha dejado totalmente sorprendido y feliz! Aún no lo creo.–dice Jetro emocionado.

–Todo esto ha sido una sorpresa, el que mis abuelos estén vivos, y que sean unas personas respetables y honradas–niego sin creérmelo–He sido bendecida.

–Amiga, estoy tan feliz por tí, como no te imaginas. El saber que ya no sufrirás más, en que la vida te está recompensado por todo esos malos momentos que tuviste que pasar desde tu adolescencia.–dice Bianka acercándose para abrazarme.

La abrazo también y sonrío.

–Pero, tus abuelos pudieron conocer también a tu hermana ¿No?. Cuéntanos, ¿Cómo fue ese momento?–pregunta Jetro.

–Fue maravilloso, ella se emocionó tanto como yo. Ella les agradó mucho a los abuelos.–digo recordando la alegría de Jackie al saber que eran sus abuelos.

–Me gustaría poder conocer a tu hermana, debe de ser igual de bonita que tú y buena persona.–dice Jetro y le sonrío.

–Me gustaría presentársela algún día, es muy linda. Sé que le agradaría su personalidad.

–Seguro que sí, hija. Lamento dejarlas, pero ya me tengo que ir a descansar, que tengan una linda noche, jovencitas.–dice alejándose en su silla pero le llamo.

–¡Espere! No olvide tomar sus medicamentos antes de dormir–alcanzo un vaso para servirle agua, y de algunos de sus frascos, saco unas pastillas para dársela.–Aquí tiene.

Él lo toma con gentileza.

–Me harán mucha falta tus cuidados, mi niña. No creo tener a otra chica tan dedicada y amable para atenderme, como lo haces tú.–dice y me siento triste al recordar que ya no lo atenderé más. La verdad el señor Jetro ha sido muy bueno conmigo, y le he agarrado mucho cariño.

Estando en la casa de la tía Sam con mis abuelos y mi hermana. Ellos volvieron a hablar del tema en cuanto a que quieren que nos vayamos a vivir con ellos. Jackie no se lo podía creer, y al igual que yo le hacía mucha ilusión aquello. Quedamos en que mañana iríamos a ver la nueva casa de mis abuelos, y en la cual voy a vivir junto a ellos y mi hermana, en esta ciudad. Mis abuelos en estos momentos deben de estar descansando para el día de mañana. Todavía no me lo puedo creer. ¿Cómo será esta nueva vida que me espera?.

La verdad no lo sé, pero estoy preparada.

–Honestamente, me entristece que ya no lo cuidaré más. Es que me he encariñado tanto con usted, ya lo estaba viendo como mi abuelito.–sonrío haciendo puchero y él ríe.

–Ay, Jane... no me molestaría en lo absoluto que me trataras como uno. En mí tienes a un abuelo, y un buen amigo.–dice y siento unas inmensas ganas de abrazarlo. Él me recibe el abrazo y justo en ese momento escucho la voz de Esmeralda.

–Cuidado, Jane. Que me pongo celosa.–dice entrando a la cocina. La veo y me sorprende verla sonriendo. Esmeralda es muy hermosa, su sonrisa me acuerda tanto a la de...

Marco...

–¿Qué dices, mi cielo? Tú sabes que eres y serás siempre la niña de mis ojos, no puedes estar celosa.–dice Jetro, tomando las manos de su nieta.

Río un poco tratando de olvidar ese nombre que ya había tardado en regresar a mi cabeza.

–Sólo bromeo, abuelo.–dice y me mira.–Jane, me da mucho gusto el que hayas podido reencontrarte con tus abuelos.

Bajo Tus Encantos © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora