Bajo Tus Encantos ©

Capítulo 55 - Mi Suegra

Varios toques se escuchan en la puerta de mi habitación y me levanto espantada. Camino rápidamente hasta ella. Por un momento se me dificulta abrirla al estar aún atontada por el sueño, pero finalmente la abro.

–¡Buenos días, mi cielo!.–dice mi abuela plantando un fugaz beso en mi mejilla.

–Buenos días, abuela. ¿Pasa algo?.–le pregunto preocupada. Me parece raro que me despierte, ya que estoy acostumbrada a levantarme antes de las 7:00 am por mi propia cuenta. ¿Se me habrá pasado la hora?.

–Oh cariño, estás espantada. Tranquilízate, todo está bien.–me dice acariciando mi hombro.–Es que quiero que bajes, tu abuelo y yo queremos mostrarte una cosa.

Asiento un poco confusa.

–Claro, abuela... Estaré en unos minutos con ustedes, iré a alistarme para bajar.

Mi abuela sonríe de manera curiosa y me guiña el ojo para luego irse.

Una vez estando alistada, salgo de mi habitación para bajar. Mis abuelos se encuentran sentados en la mesa, me les acerco para darles un beso y desearles los buenos días.

–Luces muy linda hoy, querida.–dice mi abuelo Samu y me ruborizo ante su halago.

–Gracias abuelito. Veo que aún no desayunan.–alzo una ceja.

–Es que las estamos esperando, para que nos acompañen.

–¿Llamaron a Jackie también? Es una perezosa, dudo que quiera levantarse a estas horas.–río.

–La llamé también, creo que debe de estar por bajar.–dice mi abuela.

–¿Hablaban de mí?.–escucho a Jackie y volteo para verla bajando las escaleras. Luce cansada, puedo ver como resaltan un poco sus ojeras.

–Así es mi amor, ya sólo esperábamos por ti para empezar a desayunar.–dice la abuela. Jackie saluda a los abuelos con un efusivo abrazo y me parece extraño que a mí no me haya venido a abrazar, siquiera me ha dirigido la mirada.

–¿A mí no me vas a abrazar?.–le pregunto divertida. Ella al fin me ve y su mirada es fría, la sonrisa de mi rostro se borra.

–Tengo hambre, ¿Desayunamos?.–dice ignorándome por completo. Siento como mi corazón se arruga.

¿Qué es lo que le pasa?.

Abro la boca para cuestionarla, pero inmediatamente me muerdo la lengua. Opto por quedarme callada. Supongo que está así por lo que pasó con Chad el día de ayer.

Todos empezamos a desayunar en la mesa. Conversamos tranquilamente, Jackie habla con los abuelos, excepto conmigo, sigue sin dirigirme la palabra.

–¿Has hablado con tu amigo, Jackie? ¿Cómo está?.–pregunta nuestra abuela.

–Honestamente, no está muy bien. Está muy triste, se siente avergonzado, humillado.–murmura mientras me fulmina con su mirada.

Está claro que está bastante molesta conmigo.

La verdad me sigo sintiendo culpable por Chad, creo que he perdido su valiosa amistad.

–Pobre...

–Sí pobre... no lo merecía.–dice apartando su mirada de mí de mala manera para luego darle un bocado a su waffle.

–Por supuesto que no lo merecía... de verdad me siento muy mal por él así como tú, Jackie o más. ¿Crees que Chad no me importa?. Es mi mejor amigo.–le digo.

–No, no es tu "Mejor amigo". Te burlaste de él, Jane.

–¡No me burlé de él! Sabes muy bien que jamás sentí algo más, hasta siempre se lo decía. Quien se ilusionó solo fue él.–mi respiración se agita–Sí, sé que y hice mal en besarlo la otra vez, ¿vale?. Sólo lo hice por la alegría del momento. También sé que hice mal en darle la libertad de conquistarme. Pero... ¡Él siempre supo que mi corazón le pertenecía a alguien más y eso no lo pudo superar! ¿A caso tengo yo la culpa eh, Jackie?.