Capítulo 35 - Admite Una Cosa

2.5K 194 26
                                    

Desde que Marco me tomó y me montó en el coche, todo me pareció una locura. En traerme a esta gran y hermosa cabaña, también es una locura. Pero... ¿Presentarme como su chica? ¡Es una jodida locura!.

Mi mente aún procesa esas dos palabras salir de su boca.

"Mi chica".

Es demasiado para mi pobre ser...

Me encuentro más tiesa que un poster, observando los labios de Marco. ¿Cómo puedo reaccionar en este momento?. Sólo escucho los rápidos latidos de mi corazón. ¿A dónde se ha ido mi respiración?.

-¡Ay pero que maravilla!-suelta una palmadita la mujer enfrente de nosotros con alegría. De repente siento sus brazos a mi alrededor y aún estupefacta le devuelvo el abrazo-. Es un placer conocer a la chica que le ha robado el corazón a este cabezón.

Se separa de mí y permanezco rígida.

Me sorprendo cuando Marco toma otra vez mi mano. Lo observo y este me está brindando una sonrisa. Lo siento apretar fuerte mi mano y sé a qué se debe.

Esto es sólo un juego, un juego de mal gusto...

Tomo un calmado respiro y con mi mayor sonrisa fingida miro a la señora.

-Mi amor, Doña Flor es quien al lado de su esposo cuidan y mantienen este lugar impecable-dice Marco.

Toso y lo miro con los ojos entrecerrados.

¿Mi amor? ¿Acaso lo está haciendo a propósito? ¿Qué quiere conseguir con esto?.

Él no deja de mirarme y en lo profundo de sus ojos logro ver su malicia. Está disfrutando el momento.

Creo que yo también podría disfrutarlo...

Aprieto lo más que puedo su mano y logro escuchar de su parte un ahogado gruñido. Me giro con mi mejor papel de novia encantadora hacia la señora.

-¡El placer es todo mío, Doña Flor!.

Ella me sonríe.

-Me agradas. ¿Por qué no pasan y así les sirvo algo?.

-¡Uy sí! Me parece buena idea ¿Verdad, amor?-digo con voz asquerosamente acaramelada a Marco, mientras lo tomo del brazo y me le acerco un poco a su perfecto rostro.

Él viendo que le estoy siguiendo la corriente, sonríe y me guiña el ojo.

No hagas eso por favor...

-Sí... Está bien-hace una pausa pensativo-. ¿Está su esposo, Doña Flor?.

Pensándolo mejor... ¿Qué hacemos en este lugar? ¿Doña Flor será amistad de la familia Méndez?.

Observo a mi alrededor. Hay muy buena claridad, la gran cabaña tiene algunos focos que alumbran gran parte del patio y la entrada. Es increíblemente hermosa. Es totalmente de madera y sus ventanas de cristal. Nunca había visto una tan de cerca.

-Por supuesto, ya le aviso a Arturo-dice la señora mientras camina rápidamente a la cabaña.

¿Quién es Arturo?.

Me despisté tanto mientras observaba la cabaña que no presté atención a lo que hablaban.

-De acuerdo.-dice Marco mientras me mira de una manera extraña.

Necesito preguntarle porqué me trajo aquí ¿Qué es lo qué pretende?.

Sacudo mi mano para que me la suelte y frunce el ceño. Me cruzo de brazos y le miro sin vacilar.

Bajo Tus Encantos © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora