Capítulo 43 - No Eres Él

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–Señor Chad Vegas, está aquí porque ha sido acusado de agresión física y robo de vehículo por el señor aquí presente en esta corte, Marco Méndez. ¿Es usted culpable de esta grave acusación?–cuestiona el abogado.

Chad suspira.

–No, me declaro inocente de todo lo que me acusa este señor–dice mirando a Marco con desprecio.

–¿Dónde estuvo usted la noche del sábado 04 de agosto?–pregunta el abogado.

–Estuve pasando el rato con unos amigos en el Club Fire de esta ciudad...–responde mirándome y trago saliva.

Estuve ahí con él.

–¿Cuáles son los nombres de sus amigos?.

–Miguel, Luis, Jimena, Karen, Lucia y Jane...–dice mi nombre en susurro y bajo la cabeza.

–Esa misma noche hubo un percance entre usted y el señor Marco Méndez, por una de las chicas que estaba con usted acompañándolo. ¿Es eso cierto?.

–Sí...

–Bien. Cuénteme lo sucedido.

–Esa noche la estaba pasando muy tranquilo con mis amigos, cuando este señor–fulmina con la mirada a Marco–Se acercó a nuestra mesa a molestar.

–¡Objeción!–se levantó el abogado de Marco arreglando su traje.

–Objeción aceptada.–dice el juez.

–El señor Marco fue hasta su mesa porque no dejaba de mirarlo, lo cual parecía desafiarlo. Hasta que se dió cuenta que era amigo de la chica que trabaja en casa de los padres de Marco.

–¿Cuál es el nombre de esa chica? ¿Está aquí presente?–siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo al escuchar al juez preguntar por mí.

Veo a Marco alzar una ceja mientras voltea a mirarme.

–Sí señor juez. Su nombre es Jane Wilson y está aquí con nosotros.–dice el abogado.

–Bien... señor Chad. ¿A qué se debió exactamente la discusión?.

–Pues este hombre que dice ser todo un caballero... Intentó humillar a mi amiga Jane y lo único que hice fue defenderla, y el único que salió agredido fui yo, porque me clavó un puñetazo en la cara el muy idiota.

–¿A quién llamas idiota, pedazo de imbécil?–dice Marco levantándose de su asiento con ira.

Chad igual se levanta enfrentándolo.

–¡Orden en la sala por favor!–dice el juez.

Después de un rato de interrogación hacia Chad, hicieron pasar a Marco para interrogarlo.

–Señor Marco, usted acusa al señor Chad Vegas de agresión física y robo de vehículo. ¿Está usted seguro de que él es el culpable?. –pregunta el abogado.

–Sí señor...–dice Marco arreglándose su corbata.

–¿Tiene alguna prueba concreta?.

–Esa noche en el club, estaba un poco pasado de tragos, eso es cierto, estaba fuera de mí... Me acerqué a su mesa porque me sentí amenazado, allí vi que estaba con una chica que trabaja en mi casa–Marco me mira y mi piel se eriza– Según, lo que le han dicho de mí, soy la peor persona y un abusador–a duras penas trago saliva, sabiendo que se refiere a mí.–De echo, me echó en cara de que eran novios. Este tipo empezó a faltarme al respeto, y todo por estar haciendo el papel de novio celoso y no pude controlar la ira, así que sí admito que le pegué.–suspira y sigue hablando–El conflicto no llegó a más, así que luego me fui otra vez a mi mesa. Más tarde decidí marcharme de allí y al salir unos dos o tres tipos enmascarados me acribillaron en la pared de las afueras de aquel lugar, propinándome varias golpizas que hasta el día de hoy todavía tengo marcas. Tomaron las llaves de mi coche y se marcharon, luego no supe nada de mí hasta el otro día que me encontraba en el hospital.

Bajo Tus Encantos © Where stories live. Discover now