Bajo Tus Encantos ©

Capítulo 11 - Es Un Buen Hombre

A mi nadie nunca me había amenazado de esta forma, por nada. ¡Y no puede ser que en este trabajo tenga que soportar las amenazas y las humillaciones del Marco ese! ¿Pero quién se cree?.

Tenía entendido que soy libre y que lo haya visto con esa rubia no significa que venga a amenazarme. Pero sobre todo, algo malo debe de ser que ha pasado con esa rubia. ¿Será que era su amante y la mató?. De solo pensarlo se me erizan los pelos. Creo que él es un tipo muy frío y cruel, pero al punto de matar a alguien no llegaría, ¿o sí?.

Quito todo esos pensamientos y salgo con Jetro al jardín, es su lugar favorito en toda la casa. Me he familiarizado más con el viejo, la verdad es un buen hombre y muy respetuoso. Le he contado un poco de mí, le he dicho que tengo una hermana, pero no le hablé de mis padres. Por un momento llegó a preguntar por ellos, pero yo reboté el tema.

—Jane —me gire al escuchar Jetro.

—¿Sí?.

—Sé que debes odiar a mi nieto por la forma en que te trata, pero te puedo asegurar que él es un hombre estupendo

¿Por qué no cambiamos la palabra estupendo, por estúpido? —pensé.

—No lo odio, es solo que no me agrada su forma de ser. —mentí. En realidad lo odio, es un idiota.

—Pero detrás de esa persona fría, hay un muchacho sensible, cariñoso y bueno. —asentí. La verdad creo lo contrario.

—Sí, seguro que sí —dije sarcásticamente y Jetro rió.

—De verdad, el actúa así contigo porque no te conoce, porque le encanta juzgar a los demás sin saber nada de ellos. —asentí. Eso sí es cierto, ni siquiera me conoce y me trata como si yo fuese la peor escoria del universo.

Jetro me siguió contando muchas cosas más. Quedé sorprendida cuando me contó el porqué está en una silla de ruedas, el era un soldado de una guerra, y pues salió gravemente herido y pues quedó paralitico. Es sorprendente, quiso salvar a su amigo y recibió varias disparos en su columna, ninguno de los dos murieron, su amigo se salvó gracias a él, pero hoy por eso Jetro está en una silla de ruedas. Sabía que Jetro era un buen hombre, pero ahora para mí es más que eso. Lo admiro mucho, porque arriesgar tu vida por tu mejor amigo, es súper admirable.

Jetro quiso quedarse un rato más leyendo el periódico en el patio trasero y yo decidí darle una vuelta a la gran casa. Aún no he podido conocerla completa. Caminé hasta el frente de la casa y alcancé al rubio llamado Hugo. Es bueno hacer nuevos amigos, así que adelanté pasos hasta él y sonrió al verme.

—Hola, Hugo. —dije al estar enfrente de él.

—Hola, buenos días, Jane ¿No? —dijo confundido. Nunca me había presentado.

—Sí, así me llamo —sonreí y él igual.

—¿Qué tal te está yendo? —dijo tomándose de la barbilla.

—Pues, creo que bien. Pero el señor Marco pisándome los talones —hice una mueca y él rió. Vi sus blancos dientes, lo admito. Hugo es un hombre muy guapo, sus ojos castaños son muy claros y sus labios gruesos son una tentación, y pues ni hablemos de sus músculos.. Rayos.

—La verdad es que no sé por qué actúa así, él es una muy buena persona. —dijo con el entrecejo fruncido en confusión.

¿Es en serio?, entonces el Marco de puerta ese, ¿Solo me busca broncas a mí?. Porque para todos él es un pan de Dios.

—La que no sabe soy yo, parece que me odia. —hice otra vez una mueca y el volvió a reír, yo igual. Ya me empieza a agradar Hugo, ¿Por qué Marco no puede ser agradable así como él?.