Capítulo 7 - Estás Despedida

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Al llegar a casa me bajo de lo que parece ser un vehículo. Sí el cacharro ese que casi me hace pasar vergüenza. Casi no enciende cuando Marco estuvo apunto de salir de su coche para averiguar quien lo estaba observando. Espero y no se haya dado cuenta de que fui yo, luego pensará que lo estoy acosando. Creído.

Observo el coche de Chad en el parking y camino hasta las escaleras del apartamento bajándome el vestido y estirándolo, se pega demasiado a mi cuerpo, rayos. No se cómo hay chicas que usan esto sin ninguna molestia, de verdad las admiro joder.

Subo hasta llegar a la puerta de mi apartamento y la abro al instante que dos par de ojos caen sobre mí. Observo a Jackie quien me mira con una ceja elevada y a Chad quien me mira embobado.

Entro y deposito mi pequeño bolso en el pasa manos y quito mis zapatos, que por lo menos no me duelen las plantas de los pies porque son cómodos. Camino hacia ellos y estos siguen mirándome de forma extraña hasta que Jackie abre la boca.

—Emm.. ArdiJane. ¿Vienes de trabajar o de un burdel?. —la miro incrédula y empiezo a carcajear como loca.

—¿Porqué estás vestida de esa forma? —reaccionó Chad. Mirándome de arriba a abajo.

—Assh, no había otro uniforme de mi talla. —rodé los ojos. Mientras me sentaba en el pequeño sofá delante del televisor.

—Bueno, espero que pronto lo cambies o ocasionarás accidentes en la calle a unos pobres hombres que no tiene la culpa de nada. —volví a carcajearme. Esta Jackie es una loquilla.

—¿Qué tal el colegio? —pregunté. Mientras tomaba unas palomitas que habían encima de la mesita, se ven unas pinticas rojas en estas pero igual agarré un puñado y me los metí a la boca.

—¡Jane no son palomitas! norma - les. —muy tarde para decirlo. Mastico las palomitas y tiene un sabor exquisito, pero algo no me agrada en estas mientras las saboreo. De repente mi lengua empieza a arder y no me agrada la sensación ya creo haberla sentido antes. Frunzo mi entrecejo y miro a Jackie y luego a Chad quienes empiezan a carcajearse como locos.

¿¡Qué rayos acabo de meterme a la boca!? ¡Arde! ¡Pica!.

Escupo lo que sea que halla masticado y corro desesperada a la pequeña cocina. Siento mi boca arder en llamas. Escucho risas desquiciadas detrás de mí, mi vista se ciega y sin pensarlo dos veces abro la nevera y saco un galón de agua para atragantarme toda el agua.

Siento alivio al instante pero la sensación incomoda sigue en mis labios y lengua. Mis ojos lagrimean por lo picante que estaba eso.

Miro furiosa a Chad y a Jackie quienes se están cagando de la risa tirados en el suelo.

—¿¡Me quieren matar!? ¿Qué demonios fue eso que casi me intoxica?. —dije tomando mi lengua con mis dedos, aún me la siento adormida.

Veo a Jackie tomarse de la barriga mientras se levanta del suelo y pone su otra mano en la pared tratando de respirar. Sus ojos están llorosos por las risas.

—E- eran pa - palomitas caribes. —dicho esto se volvió a reír y no puedo evitar reír junto a ella. Su risa de loca desquiciada me causa mucha gracia.

—¡Rayos por poco me muero! —dije dramática. No pero enserio, casi eso me ahoga.

—Fue tan divertido ver tu cara de desesperación. —admitió Chad. Negué con la cabeza mientras reía.

Los dejé ahí riéndose y me fui a dar una ducha, estoy un poco cansada. Me di una ducha de algunos 7 minutos y fue relajante, me coloqué mi pijama de unicornio y mis pantuflas con cuerno de unicornios y salí de mi habitación.

Bajo Tus Encantos © Where stories live. Discover now