Capítulo 58 - Muy Pronto Nos Veremos

506 49 5
                                    

Hoy puedo decir que soy una mujer muy feliz. El pasado me golpeó muy fuerte, pero ahora el presente recompensa cada mal momento que pasé desde que mis padres se fueron.

Me he sentido tan bien junto a mis abuelos en los pocos días que llevamos conviviendo. La relación es totalmente increíble, ellos son increíbles. Les he tomado tanto cariño por la forma en que nos tratan a mí y a Jackie y las cosas que hacen por nosotras, se pasan de buenos.

En este momento me encuentro en la gran tienda de mi abuela, trabajando junto a ella y no puedo negar lo bien que se siente. Me encanta poder ayudar con sus clientes, admito que me empieza a gustar mucho más la moda y los increíbles diseños de ropa que hace mi abuela.

–¿Viste ese pantalón palazzo que lució, Perla? ¡Estaba bellísimo! Le quedaba fenomenal.–dice Katia, una de las empleadas a Débora, una de las modelos.

–Estaba bonito el pantalón, pero seamos honestas... A ella no le lucía bien, Katia.–le responde chasqueando la lengua.

–¿Qué es eso que huelo? ¿Envidia, Débora?.–se ríe Katia.

–¡¿Quién?! ¿Yo? ¿Envidia? ¿De Perla? Estás loca... ya quisiera ella ser yo.–dice rodando los ojos mientras se cruza de brazos.

–Perla tiene un gran cuerpo, además es bellísima... no sé porqué no lo puedes admitir.

–¿Tienes miopía o qué? Ellas es fea...–hace un gesto de asco.

–Yo creo que es linda...–opino y las dos chicas que discutían voltean a verme. Por un momento me arrepiento de haberme metido en la conversación por la forma en que la tal Débora me miraba, pero Katia habla.

–Alguien más está de acuerdo conmigo, eso es bueno.–ríe, ella luce como una buena persona. Aunque no la conozco.

–Ashh, otra ciega...–murmura Débora mirando hacia otro lado.

–Disculpa, pero yo creo que la única ciega aquí eres tú. Perla es hermosa y ese pantalón palazzo y cada pieza que vistió le quedaba increíble.–digo arqueando una ceja.

–Perdón, pero... ¿Qué sabes tú de moda?. No creo que porque seas la nieta de Mónica, hayas nacido con el mismo talento que ella.–suelta sin más. Escucho un sonido de asombro por parte de Katia.

–¡Débora! ¿Qué te pasa? Tranquilízate ¿Sí?... Que no se te olvide que es la nieta de tu jefa.–le dice seriamente.

–A mí no me pasa nada... Sólo digo la verdad. Y no es nada personal... Ummh... ¿Janeth?.–intenta decir mi nombre pero falla. Puedo ver la hipocresía en sus ojos.

–Es Jane... Y tienes razón, puede que no tenga el mismo talento de mi abuela. Pero no hay que ser tan profesional para saber apreciar una buena vestimenta y saber admitir cuando una persona es hermosa.–digo en mi defensa.

–Bien, Jane... No recuerdo que estaba hablando contigo, sino con Katia... adiós.–dice moviendo una de sus manos y abro la boca asombrada por su impertinencia. Iba a enfrentarla pero decidí quedarme callada y volver a hacer lo que estaba haciendo. Prefiero evitar los problemas y sé que esa chica me iba a provocar mucho más si seguíamos discutiendo, no quiero causarle ningún disgusto a mi abuela.

–Señorita, Jane... vengo a pedirle disculpas por lo de Débora, no estuvo bien en la forma en que le habló. Fue muy irrespetuosa, no le importó que usted fuera la nieta de Doña Mónica.–dice Katia apenada.

–Por favor, Katia... Sólo llámame Jane y no me trates de "Usted", puedes tutearme.–le brindo una sonrisa y ella se sonroja.

Bajo Tus Encantos © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora