Capítulo 14 - Piensa Lo Que Quieras

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Marco Méndez

Al moverme siento un leve peso en la cabeza y un nudo en el estómago que me hace estremecer, siento mi cuerpo tan dolorido, como si me hubiesen masacrado a golpes. Abro los ojos sobresaltado al caer en cuenta que no estoy en mi cama y en mi habitación...

De inmediato me tenso al ver quien está enfrente de mí.

Jane...

Está plácidamente dormida, su largo cabello castaño cubre una parte de su cara, y sus pequeñas y delicadas manos estiradas fuera del estrecho sofá. Sus rodillas pegan con su vientre, está en la misma posición que estaría un feto.

La observo confundido. ¿Qué hace ella aquí?. Miro a mi alrededor y veo que estoy en una habitación de hospital, observo mi muñeca derecha, la cual está canalizada. ¿Cómo llegué aquí?.

Hago fuerza voluntaria y estiro mis pies fuera de la camilla, hago una mueca de dolor. Mi abdomen duele más que todo. Inhalo y exhalo para tranquilizar un poco el dolor. Vuelvo mi mirada a Jane y trato de acordarme de algo.. Pero no puedo, tomé mucho alcohol.

Me inclino hacia delante con cuidado y pongo mis pies descalzos en el suelo frío. Me levanto y siento como si me fuese a derrumbar, siento más peso de lo habitual en mí y todo por los golpes. Tomo el atril, donde cuelga el suero, y me levanto. El dolor en mi abdomen es tan fuerte que al dar el primer paso ahogo un gruñido desgarrador. Me armo de fuerzas y camino arrastrando el atril hasta estar enfrente de Jane.

La miro fijamente, luce tan profunda en sus sueños, su respiración es tranquila, sus boca está levemente abierta, y sus labios parecen rosados y hinchados. La miro embobado, no sé por qué siento que no me cansaría de observarla. Es tan.. Naturalmente bella, está algo maquillada, pero ya la he visto sin maquillaje y luce igual o más hermosa. Tengo que hacer fuerza voluntaria para dejar de mirarla.

Aún confundido, me pregunto qué hace aquí. Quiero que me lo diga ya, camino despacio hasta la ventana que queda justamente a mi lado y tomo las cortinas para hacerla a un lado, de inmediato la habitación se ilumina por el sol. Miro detenidamente a Jane quien frunce el ceño al sentir la luz pegar en sus párpados. Camino nuevamente hacia ella y al momento la veo moverse un poco molesta, pero sin esperarlo se levanta torpemente con los ojos aún cerrados y camina directamente hacia mí, pero se detiene al chocar con mi pecho.

Sus ojos se abrieron de inmediato.

Sus ojos.. Dios.. Me parecen tan lindos...

Sacudo mentalmente mis pensamientos y frunzo mi entrecejo con confusión. Ella me mira con recelo y con lo que parece ser timidez.

—¿Qué haces aquí? —suelto. Sus ojos se agrandan y si no me equivoco creo haberla visto pasar saliva, su mirada por un momento bajó a mis labios y por intuición los humedecí, como si supiera que la pillé sube su mirada de mis labios y la veo ruborizarse.

—Te hice una pregunta... —reclamé con tonito. Se pasa una mano por el cabello, como si quisiera arreglarlo y hay confusión en sus ojos.

—¿Que.. Que no te acuerdas?. —titubeoo en voz baja.

—Si te estoy preguntado es porque no me acuerdo, ¿qué crees?. —digo con ironía, —Sólo me acuerdo que... —de inmediato me congelo, joder...

Recuerdo que cuando salía del club unos tres tipos vestidos de negro y con pasamontañas me sujetaron y me acribillaron en la pared, recuerdo que fui golpeado varias veces, y uno de ellos llevaba un arma de fuego, me amenazaron y me quitaron todo, hasta mi maldito coche joder.

Me tomo del cabello con furia y le doy la espalda a Jane. El enojo ahora se hace de mí, mi mente completa se turba de tantos pensamientos, de todas las cosas que me han pasado los últimos días. Primero el enfrentamiento con mi padre y mi familia, el descenso de la empresa, y la discusión con Casie, salgo a tomar y al salir del puto club me golpean sin piedad y me quitan todo. Excelente.

Bajo Tus Encantos © Where stories live. Discover now