bad boy ━━ [#1] jeon jungkook

『 O62 』

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Kim Cleo June

Apenas entré a casa no pude evitar apretar los dientes y sonreír en demasía recordando lo sucedido recientemente. En cuanto ingresé a la sala, la cuál era la única habitación con la luz encendida, vi a Cassidy recostada en el sofá, durmiendo y con el televisor encendido.

Apenas me acerqué y ella se despertó alarmada y desorientada. Así es ella, sueño ligero.

—Ya llegaste, mugrosa. —dijo levantándose de su asiento y apagando el televisor para acercase a mí— Que bueno, porque no quería pasar la noche en el maldito sofá.

Apenas la tuve frente a mí sonreí con el mayor amor y con toda la sinceridad del mundo. Un impulso en mí me hizo acortar nuestra distancia y darle uno de esos abrazos que nunca solemos darnos.

—¿Estás bien? —preguntó preocupada.

—Te quiero mucho, mamá. —susurré sin deshacer el abrazo.

La oí reír levemente y seguido de ello sus brazos correspondieron a la muestra de cariño dada por mi parte.

—Yo también te quiero, hija.

Sentí mis ojos volver a llenarse de lágrimas, pero no de tristeza, sino de la felicidad que me causaban esas palabras. Disimuladamente limpié con la manga de mi abrigo.

—¿Y papá? —pregunté luego de separarme de ella.

—Trabajando, hoy hace guardia nocturna en el hospital. Yo me quedé aquí esperando a que volvieras. —bostezó viéndose muy cansada— Y que bueno que no te demoraste más, porque mañana debo entrar a trabajar temprano.

Volví a sonreír al pensar en su gesto.

Jeon tiene razón, no debería deavalorizar estas cosas.

Subí unos minutos después que mi madre y me direccioné a mi habitación. Cerré la puerta detrás de mí y ahí permanecí unos segundos, pensando en todo lo que había pasado esta noche. Sonreí con un suspiro y dejé que mi espalda se apoyase sobre la madera de la puerta para deslizarme por ella hasta tocar sentada el piso. Lo último que pasó por mi mente fue el beso que Jeon me había dado hace nada.

Un ahogado chillido salió de mis labios mientras sacudía mis hombros y pataleaba de la emoción. Abracé a Cereales en cuanto él se acercó curioso y en busca de mimos.

—Ay, chiquitín. —dije volviendo a suspirar— Te estoy consiguiendo un papá y...

Detuve el principio de mi monólogo a Cereales sobre lo que sería nuestra nueva vida una vez esté casada al darme cuenta de que no le había devuelto su chaqueta a Jeon. Otra vez me quedaba con algo de su pertenencia y aparentemente él ni siquiera se dió cuenta.

De acuerdo, esto ya es abuso, no puedo robarle toda la ropa al chico.

Aspiré el aroma de aquella tela y nuevamente mi cara ardía con el fuerte aroma de él. Me sentía como la chica más afortunada del mundo al haber tenido la oportunidad de pasar un momento así con Jeon JungKook.