『 O75 』

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Bostecé entrando a mi casa. Sinceramente no quería salir, quería una de mis tardes con JungKook. O dormir con Cereales. Pero lo más probable es que el tarado esté ocupado.

Como sea. Debo bañarme sí o sí.

Me tomé cinco minutos para preparar mi outfit y ya listo entré a ducharme. En el proceso aromatizé mi piel con una nueva crema corporal de vainilla que, de verdad, era la gloria. Su fuerte esencia era cautivante.

—¿Qué dices, Cereales? —di mi espalda al espejo para quedar frente a mi gato acostado como rey sobre mi cama y mostrarle mi ropa— ¿Estos shorts están bien o se ven mejor los celestes?

Me ignoró para comenzar su hora del baño.

Rodé los ojos porque nunca puedo contar con su ayuda. Tiene suerte de ser bonito.

Volví a contemplar mi imágen en el espejo. Mi hermosa imágen. Vestía mi cuerpo con un suéter bordó corto y unos shorts negros, que de hecho son de mis favoritos por lo bien que se moldeaban a mi figura. Aunque me siento tentada por los celestes, para darme un nuevo aire en el que no todo sea negro siempre. En mis pies cargaba unos pesados botines de suela gruesa que, a pesar de todo, se veían fabulosos.

Me coloqué de costado para mirar mi lateral. A pesar de mi poco esfuerzo físico mi abdomen se mantenía bastante bien, algo a lo que le doy crédito a la buena genética de mamá y papá. Y ni hablar de mis bien dotados senos. No es que sean inmensos, ya me moriría si fueran tan grandes, pero sí tienen un buen tamaño.

Como sea, amo mi cuerpo. Me hace sentir bien y orgullosa, porque recuerdo los días en los que tenía el autoestima por los suelos. Me enorgullece saber que ahora me amo tanto.

Posé mis manos sobre mi cintura y las deslicé hasta hacerlas parar sobre mi trasero, el cual analicé su volumen detenidamente.

—No es plano. —murmuré.

Me siento mucho más que una super modelo. Más que unos 90 60 90.

Tiembla, Kim Kardashian.

Ding Dong. —hizo mi mente al oír el timbre de mi casa.

¿Ya llegaron? Que atrevimiento, si ni siquiera les avisé.

Bajé corriendo como pude las escaleras y apenas abrí la puerta vi a JungKook con una pequeña sonrisa sin dientes posado con las manos en los bolsillos de su pantalón. Mi cerebro recalculó por unos instantes el tenerlo en la puerta de mi casa ya que no había recibido aviso previo. Pero al final, con toda la felicidad del mundo, salté a abrazarlo llena de alegría. Él encorvó su espalda para que se me fuese más fácil, ya que estaba colgada con mis brazos de su cuello.

—¿Estás feliz? —rió ligeramente.

—¿No se nota? —deshice el abrazo para sostener con fuerza sus mejillas— Nunca toqué un nueve en toda mi vida.

—Pues, felicidades.

Una vez más chillé de alegría y él rió al sentir sobre su mejilla varios besitos de mi parte. Pero cuando caí en cuenta de lo aniñada y cursi que estaba siendo me separé de él.

Carraspee mi garganta y sacudí mi ropa en un intento de parecer profesional.

—Es decir... Ya me lo vi venir. No me sorprende. —evité mirarlo a los ojos— Nunca pasó, ¿Okey? —hablé referido al reciente ataque de emoción.

Cool, Cleo June. Hay que ser cool.

JungKook rió mientras volvía a acortar la distancia entre nosotros.

bad boy ━━ [#1] jeon jungkookWhere stories live. Discover now