bad boy ━━ [#1] jeon jungkook

『 O23 』

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Im Jae Bum

—¿Ahora que hacemos? No podemos llevarla en una moto así. —Jin señaló a CJ.

—Y no tenemos auto... —susurré.

—Amm... Acabo de hablar con JiMin, parecía algo alterado y dijo que no movamos a CJ de aquí.

—No es como que podamos.

Después de un rato, un auto negro había llegado al lugar. Se estacionó no muy lejos de nosotros y de él salió Park. No estaba para nada feliz. Tenía la misma mirada con la que antes se cargaba a quien sea. Recargó su brazo en la puerta hasta que nos ubicó con la mirada.

—¿Dónde está? —dijo cuando llegó a nosotros.

Si no estaba feliz, empeoró cuando vió a Cleo June inconsciente en el piso.

—Oye...

—¿En qué mierda estabas pensando cuando la trajiste aquí? —interrumpió a Mark sin importarle lo que fuera a decir y se dirigió a mí.

—No tenía idea de que algo así fuera a pasar.

—¿En serio? —se acercó más a mí— ¿Y que creíste que iba a pasar? La dejaste subir a esa maldita motocicleta y correr contra HaNeul sabiendo ya como funcionan las cosas aquí.

—Oye, calmate. —intentó alejarlo al ver lo agresivo que se estaba poniendo— Ella solo quiso ayudarnos, nuca la obligamos a nada.

—Pero no lo impidieron. Y dime, —me miró— si ella se hubiera lastimado de gravedad... Si le hubiera sucedido algo muchísimo peor, ¿qué habría pasado? —guardé silencio y él continuó— Ya correr aquí es un peligro, contra alguien como HaNeul es la muerte. ¿¡En qué mierda estabas pensando!?

Tenía toda la razón. Sabía que no era buena idea y debí haberlo detenido. Sé que Cleo June no se lleva bien con el grupo de JungKook y que HaNeul la retara era con todas las intenciones de lastimarla. Debió ser obvio.

—Escucha, regañarnos en estos momentos no es la mejor idea. —interrumpió YoungJae— Necesita ayuda lo antes posible.

Park JiMin

Resoplé ante lo que dijo.

Es verdad, ahora lo importante no son ellos, es Cleo June. No me quedaba de otra más que contener mis ganas de golpearlos y sólo me volví a mi auto para abrir la puerta trasera.

—Subanla.

Jackson la cargó y luego de que yo le abriera la puerta trasera la recostó en los asientos. Todo bajo mi atenta supervisión. Ya cuando se alejó, cerré la puerta tan fuerte que él se asustó y dió un salto. Abrí la puerta de piloto, pero antes de subirme hablé.

—Más te vale, por tu bien, que ella no vuelva a poner un pie en este asqueroso lugar. —hablé entre dientes y con la voz ronca tratando de contenerme. Ni siquiera le di la posibilidad de responderme y cerré la puerta para luego encender el motor del auto y marcharme de ahí.

Estuve conduciendo un par de minutos y en ese tiempo no paré de mirarla a través del espejo retrovisor para asegurarme de sigue «bien». Por lo menos que no le pase algo peor.