bad boy ━━ [#1] jeon jungkook

『 O78 』

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Kim Cleo June

Despertar con JungKook había sido bonito, como siempre. Muchos besitos en su cara que le hacían reír y se dejó dar de comer. Debieron ver lo fastidiado que se veía cuando le ordenaba abrir la boca y me tardaba siglos haciéndole una avión. Lo fastidiaba, pero él finalmente reía.

Lamentablemente para él, su día no seguiría yendo tan de maravilla. O al menos eso fue lo que me dijo, con lo que me chantajeó cuando dije que no podría ir con él al instituto porque había quedado de ir con JiMin.

Dios... No saben cómo se puso. Era Jeon JungKook siendo un niño de kinder lloriqueando.

Me abrazó y no me dejó ir, rogándome que no me vaya con él. No le sé, como si JiMin fuese una especie de bruja mala.

Al final, al ver que no conseguiría nada, abultó sus labios como mocoso caprichoso y se fue antes de que JiMin llegara.

«Estaré todo el día de mal humor por tu culpa» —me dijo antes de irse.

Sí, JungKook. Ve y mejora tus métodos de chantaje.

—Apúrate, Cleo June, se nos hace tarde.

—¡Ya voy! ¡Ya voy! —respondí irritada por sus constantes

JiMin estaba relajado con su cuerpo inclinado y recostado sobre una de las paredes de la sala. Yo corría de un lado a otro, porque por culpa de JungKook me atrasé y me olvidé de cosas importantes, como por ejemplo vestirme, comer, cepillar mis dientes, darle besitos a cereales. En cuento JiMin había llegado yo estaba tratando de vestirme a supero velocidad, lo dejé un par de minutos plantado como salchicha frente a la puerta, y ahí se quedó hasta que le abrí. Aún así, no había terminado ni de hacer la mitad de las cosas, por lo que corría a través de toda mi casa comiendo cereales directas de la bolsa y tratando de recoger mis cosas.

JiMin se frustraba en impaciencia por mi tardía. Ya saben, es JiMin, chico correcto, chico que no llega tarde. Parecía molestarse aún más cada vez que me veía volver a la sala, porque pensaba que había terminado, pero soltaba un suspiro ronco cuando volvía a irme por otra habitación.

—¡Ya estoy! —dije con una sonrisa y respiración agitada por la carrera que me acababa de echar en mi propia casa.

Aunque estaba segura de que mi apariencia no era la mejor, hice un esfuerzo, y eso se valora. Debería darme méritos por haberme molestado en ser rápida.

Él suspiró cansado y con una mano acarició su rostro cuando al acercarme a él tropecé con la alfombra doblada de la sala y regué algunos cereales en el piso.

—Lo limpiaré después. —dije más para mí misma, como un recordatorio que debería mantener en mi mente, pero que de seguro se me olvidaría.

—Vámonos. —ordenó él.

Subí al lindo auto de JiMin. Adoraba el ambiente del vehículo, siempre olía tan bien, y ese crédito se lo lleva el aromatizante a pinos que tenía colgado en el espejo retrovisor; ese pequeño detalle me hacía cierta gracia.

Me senté como copiloto del pelinegro y suspiré aliviada de saber que ahora el recorrido sería estando tranquilamente sentada, aunque no me tomaría nada por que el instituto estaba a un poco más de cinco minutos a pie, en auto debería ser más rápido. Yo le había rogado a JiMin que trajera su auto para sentirme... no lo sé, digamos que poderosa. Es muy cool llegar a instituto en auto cuando no son tus padres quienes te llevan.