bad boy ━━ [#1] jeon jungkook

『 OO9 』

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Kim Cleo June

Vuelta a clases, vuelta a la cárcel. Perdón, pero el instituto no me simpatiza.

¿Lo peor? Debo cuidarme la espalda porque probablemente el marica de JungKook no se quedará de brazos cruzados. Es peor que una niña caprichosa.

Me recuerda a mí en mis épocas de abusadora. Así es, ahora no soy ni la mitad de lo que era antes. Podría decirse que me ablandé. El punto es que era realmente problemática y las malas influencias con las que me juntaba solo empeoraban todo. Luego cambié para bien.

Es una historia más conmovedora de lo que la hice ver.

—¿No tienes miedo? —susurró. Parecía más asustada ella que yo— JungKook podría atacar em cualquier momento.

¿Podría? Obviamente que se vengará. Lo arrojé a una piscina, que por cierto, me sorprendió lo fácil que fue, creí que pondría resistencia y ambos terminamos en el agua. Sea como sea, estoy satisfecha. Pero la cosa es que me perseguirá y me cazará como a un venado, como a la madre de Bambi para ser más específicos. No, se supone que la madre de Bambi muere, es un pésimo ejemplo.

—Tengo más inquietud que miedo. Pero nada que no pueda manejar. —me apoyé en los casilleros examinando los pasillos, no hay rastros de JungKook— Además, sería divertido jugar a las escondidas con JungKook.

—¿En qué pensabas cuando lo tiraste a esa piscina? —HoSeok no demoró en recriminarme con un golpe en la cabeza.

—En lo placentero que sería verlo humillado. —dejé ver una linda sonrisa satisfactoria.

Había olvidado lo bien que se sentía humillar a las personas, sobretodo cuando es por venganza.

Cosa que está muy mal.

—Tienes un pie en la tumba y solo comes frituras. —dijo un poco afligido.

Es verdad. Aún con todo esto, paré a comprarme una bolsa de frituras porque ¡hey! Siempre es momento de comer y las frituras que comía ese chico son realmente buenas. Afortunadamente hay de estas en las máquinas expendedoras.

—No te esponjes, Ho. —rodé los ojos.

Mis sentidos vibran. Significa peligro.

Los murmullos en los pasillos empezaron a hacerse presentes y las personas se iban acercando de a poco hacia la entrada, pero mantenían cierta distancia.

Oh, sí. Sabía lo que significaban esos murmullos.

JungKook había llegado.

Estaba en la entrada del instituto y todos tenían su vista en él. Algunos aguantaban la risa y otros solo esperaban lo que pasaría después. Los murmullos continuaban, otros ni se molestaban y descaradamente hablaban en voz alta señalándome tanto a mí como a JungKook. Todos le abrieron paso para que le sea más fácil ubicarme y cuando lo hizo centró su vista fijamente en mí.

Claro, echenme al frente.

La expresión de su cara le quitó las risas a varias personas y de a poco el silencio se fue haciendo presente. Sus amigos tampoco parecían muy felices, pero cuando JungKook empezó a caminar hacia mí y ellos se quedaron en su lugar, me dio a entender que no iban a intervenir. Jeon se encargaría.

—Ahí viene. —chilló en un susurro y soltó un grito inaudible.

Oh, pero claro que viene. Pero, ¿Cómo se supone que le haga frente si se ve tan bien caminando de esa forma? Y su cara, uff, esa cara de malote sí le queda.