Tengo que casarme con siete hombres

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Después de encerrar a Chu Mu Yun durante tantos días, Shen Shui Yan originalmente planeó llevarlo a caminar, pero por supuesto, él se aseguraría de limpiar el lugar primero. Como mínimo, podría tomar el sol y mover un poco los músculos. Estar encerrado durante un período de tiempo tan largo puede arruinar su cuerpo sin importar cuán buenas sean sus cualidades físicas.

Pero entonces ... eso sucedió con Chu Mu Yun.

Shen Shui Yan estaba de pie junto a la puerta con una mirada fría en los ojos, casi como una capa fría de escarcha. "¿Qué tiene de bueno Xie Qian Lan?"

Pero, ¿cómo podría Chu Mu Yun entender sus palabras? Solo escuchó a Xie Qian Lan, estas tres palabras. "Quiero verlo, realmente quiero ... Mph ..."

Antes de que pudiera terminar, Shen Shui Yan agarró su boca y lo obligó a retractarse de sus palabras.

La piel sana de color trigo de Chu Mu Yun ahora se había vuelto pálida por la falta de sol, pero había un rojo antinatural decorando sus mejillas. Sus ojos estaban empañados y parecían perdidos por el deseo reprimido ... ¡Su apariencia era tan atractiva que hacía que uno deseara violarlo, humillarlo y destruirlo!

Shen Shui Yan se acercó y habló con una sensación de apatía en su voz reprimida, "Deja el pensamiento, no dejaré que lo veas. O mejor dicho ... No verás a nadie más de ahora en adelante ... "Se quitó la ropa que ya estaba suelta y lo presionó con fuerza.

El espíritu de Chu Mu Yun cambió entre el disfrute y el anhelo. Claramente, recibió una gran alegría, pero eso no fue suficiente. No fue suficiente, no fue suficiente en absoluto.

¿Por qué se convirtió en esto?

Chu Mu Yun no pudo entender. Todo lo que sabía era que sus ansias físicas eran tan fuertes que nublaban su mente.

Amaba a Shen Shui Yan, pero comenzó a odiarlo un poco.

¿Por qué lo torturó y lo encarceló de esta manera? ¿Por qué tuvo que llevar su relación a un punto tan irrevocable?

A través del ciclo constante de estar sobrio y desorientado, Chu Mu Yun suplicó: "Xiao Yan, déjame ir. Por favor, déjame ir".

Lo único que obtuvo a cambio de su dulce voz fue la posesión brutal, más violenta y vengativa de Shen Shui Yan.

Sentía que nunca vería el final de estos días. El cuerpo de Chu Mu Yun se adelgazó a un ritmo increíblemente rápido mientras Shen Shui Yan atravesaba su aceleración de crecimiento. Originalmente era más bajo que Chu Mu Yun, pero ahora era un poco más alto. Originalmente encajaba cómodamente en los brazos de Chu Mu Yun, pero ahora podía llevar a Chu Mu Yun.

Como nunca entró en contacto con nadie más, Chu Mu Yun fue privado incluso de su ropa en su habitación. Al principio, Shen Shui Yan todavía lo persuadía pacientemente, pero como rogaba constantemente ver a Xie Qian Lan, Shen Shui Yan ya no podía soportarlo. Lo único que hicieron fue hacer el amor cada vez que regresaba hasta que atormentó a Chu Mu Yun hasta el punto en que se desmayó y lo sostuvo en sus brazos, pasando la noche en paz.

Y tan pronto como se despertara, la boca de Chu Mu Yun se llenaría de Xie Qian Lan.

Pasaron tantas semanas y aunque los dos claramente compartían la cama cada noche en su sueño, participando en asuntos tan íntimos, había pasado mucho tiempo desde que los dos tenían una buena palabra entre ellos.

Por primera vez en su vida, Shen Shui Yan sintió que la impotencia brotaba de su corazón.

Había olvidado por qué quería a este hombre, pero si lo quería, entonces lo quería. Este mensaje fue tan simple que surgió por todas las venas de su cuerpo.