The king's heart (l.s) #2

XVII: Cuidado

La llegada del rey rápidamente causó alboroto en Momoru. La gente que estuvo refugiada en sus hogares durante la noche y salió a limpiar los escombros del mercado, fue a ver lo que ocurría cuando vieron al alto rey ser cargado por Darko y Zimo. Darko soltó maldiciones entre dientes mientras avanzaba por la avenida central en dirección a la casa real. El peso del rey era notable aun estando desmayado. Harry dejó de llorar, pero por dentro las lágrimas cayeron sin cesar. Se había obligado a no dejar en evidencia lo que significaba encontrar a Louis. Porque si su padre lo veía débil otra vez, era posible que actuara irracional. El asunto con Louis acerca del secuestro todavía no estaba solucionado del todo. 

—¿Es uno de los que atacaron la aldea? —preguntó una mujer con las ropas sucias y las mejillas heridas, que se acercó y comenzó a caminar junto a Harry a toda prisa.

Harry la miró, dudando en sí responder.

—¡Lograron capturar a otro! —chilló un hombre, apuntando a Louis y corriendo hacia ellos. Al paso de un minuto, varias personas los seguían de cerca, murmurando cosas sobre el aspecto de Louis, el ataque vivido, lo que Novalie debería hacerle.

—¡Miren las orejas!

Harry tensó la mandíbula hasta hacer crujir los dientes. No quería responder, explicar. Esta gente no necesitaba enterarse de todo pero... pero se referían a Louis como si fuera un asqueroso rebelde.

—¡Él no es el enemigo! —masculló, dándose la vuelta, quedando frente al hombre. Sus ojos rojizos por el llanto, se cristalizaron —. Es el rey de Nymeria. Estúpidos ciegos.

El hombre se detuvo en seco, abriendo sus ojos hasta que el arrepentimiento apareció en sus pupilas y líneas de expresión. Todos se detuvieron cuando Harry los encaró.

—¿El hijo de Agatha?

—Sí. Ahora apártense todos. 

La gente no los siguió cuando Harry volvió a caminar junto a Wooyoung, pero pudo oír sus pisadas tras unos minutos. Al mirar por sobre su hombro, comprendió que los seguían desde lejos. Harry decidió no gastar energías en personas que simplemente intentaban entender por qué el rey de todo un continente aparecía desmayado y siendo cargado por dos alfas, y prefirió echarle un vistazo a Wooyoung. El chico de veintitrés años se mantenía en silencio, con la mirada viajando de rostro en rostro, como si intentara convencerse de que había regresado a casa.

Harry había tomado una decisión y esa la mantendría en pie todo el tiempo que pudiera: Wooyoung no sería su sirviente personal. No quería a un traidor y desertor rondándole cerca. Louis podría darle otro trabajo.

Louis.

Cuando Harry volvió a mirarlo, se fijó en su aspecto. Necesitaba un baño, comida y calor. ¿Qué pensaría Niall, Libelle, de esto? Lo matarían por haber sido tan descuidado con el rey. El único rey que tenía el poder de regir todas las cortes. Apartó esos pensamientos junto a los de Denébola y todo lo que los rodeaba y se concentró en su alfa. En regresarle la consciencia, que volviera a estar saludable. 

A medida que llegaban al camino de la casa real, la gente que se mantuvo en sus hogares observó desde las ventanas y algunas salieron para ver a Louis. Harry se percató que lo que les llamaba la atención era su porte. Louis sobrepasaba a Darko y Zimo en altura aun estando desmayado. La única diferencia notable era la contextura. Louis era delgado y los alfas como Darko eran musculosos y robustos.

Pero todos miraban a Louis. Susurraban sobre sus manos y el aspecto andrajoso. Harry se abrazó a sí mismo para soportar el frio e intentó ignorar sus palabras, los murmullos, pero fue demasiado difícil. En Nymeria esos mismos murmullos persiguieron a Louis. Aunque había un porcentaje que respetaba a Louis, otra... otra le temía por todos los desastres a los que le hizo la vista gorda. Lenor, la presencia de Los Rebeldes, el permanecer escondido y no atender los pedidos de su gente. Todo eso destruyó su imagen y ahora esta gente lo estaba viendo en su peor momento. Harry tragó y alzó el mentón. Unas cuantas miradas y murmullos no lo iban a afectar otra vez.