XXXVI: Cena

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Harry estaba tendido boca abajo en la cama del barco, sus ojos contemplaban el infinito cielo que se teñía de un color anaranjado y tocaba el agua del mar con la misma tonalidad por la amplia ventana. Haciéndola brillar. Las lágrimas habían dejado de salir, pero la tristeza en su corazón no había cesado en ningún momento desde que zarparon de Momoru.

Desde que Darko no apareció para despedirlo a él y Ivory.

Nunca se lo iba a perdonar.

Su cabello despeinado se mezclaba con las almohadas y cobijas. La bata de color negro que traía encima se había soltado y una porción de su hombro y muslo yacía a la vista. Sus poros se erizaron cuando una breve brisa corrió, pero no hizo esfuerzo alguno de cubrirse. Su cuerpo se sentía pesado. Muerto. Darko le había dejado el peso de decirle a Ivory que él no iría con ellos a Nymeria. Que los había dejado solos en este viaje mientras él decidía convivir con otra gente. Muy, muy lejos de ellos. Ivory había llorado cuando le dio la noticia. Cuando, al igual que él, lo buscó en la lejanía. Esperando que Darko apareciera para darles un abrazo. Una palabra. Una explicación. Porque de todos, Darko nunca les había dado la espalda. Jamás se habían separado de esta manera.

Harry no evitaba sentir la gota de culpa arder en su boca. Porque de no haber sido marcado... Darko no se habría quedado en Momoru.

Nada de esto estaría pasando si Louis...

Se hizo un ovillo en la cama, dejando ambas manos bajo su mejilla mientras el vaivén del barco ante el oleaje lo acompañaba como una canción de cuna. Estaba solo. Sin Louis. Su alfa seguramente se encontraba en el despacho hablando con el capitán o con Libelle. O con quien sabe quién.

Con él tampoco había hablado. El capricho que había tenido de que le ordenara a Darko viajar se había ido, pero no tenía las agallas para acercarse y pedirle perdón por amenazarlo de una manera tan bestial. Aunque esa amenaza se hubiera cumplido en contra de su voluntad.

Apenas habían compartido un par de palabras por la mañana y la noche. Cuando Louis le deseaba buenas noches. Había sido así desde hace dos semanas. Dos semanas en las que Harry apenas quiso salir de su habitación para mirar a los guerreros entrenar o compartir una conversación. Al capitán. Para hablar con Libelle. Él... él solo se imaginaba qué habría pasado si Darko sí se hubiera presentado en la despedida que Novalie organizó. Quizás la partida no habría sido dolorosa, porque tendría la certeza de que su mejor amigo volvería a reencontrarse con él. Pero no fue así. Y ahora tendría que vivir con el peso de haberle roto el corazón a uno de los hombres que realmente dio todo para que estuviera bien.

Su estómago gruñó, pero él no se dignó a levantar del nido que había tenido el impulso de hacer otra vez. Estaba cubierto por las prendas de Louis mientras contemplaba la ventana. Al menos su olor apaciguaba un poco la desolación. 

La habitación que Libelle les había dado era la última del barco y un ventanal cubierto con madera pulida les ofrecía una vista divina el mar infinito y extenso. Harry todas las noches veía el cielo nocturno, esperando a que algunas estrellas se avistaran, pero ninguna de ellas aparecía ante la neblina fría que caía a esas horas. Sus penas al menos las pasaba teniendo presente que pronto estarían en Nymeria, disfrutando de la primavera otra vez.

Lo que le recordaba que había pasado un año desde el secuestro. Un año desde que conoció a Louis y toda su vida cambió.

Según Louis, el Geneva ya se había celebrado. Había oído la conversación que mantuvo con Libelle cuando desayunaban en el comedor en la parte inferior del barco. Esa festividad siempre estaría grabada en su corazón. Porque fue el día en que Louis le concedió libertad y quitó de ellos la obligación de contraer matrimonio. Sin embargo... una vez llegaran a Nymeria, la boda se haría de inmediato. Louis pediría a los mejores sastres ir a palacio y él tendría que escoger el atuendo que más le gustase. El menú se organizaría y las invitaciones a todos los lores se enviarían.

The king's heart (l.s) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora