XXXI: Ir a las colinas

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El sol salió ese día pero no fue cálido como Louis habría esperado y acostumbrado en su reino. El sol que había en el sur era frio y carente de cualquier calor, pero iluminaba el paisaje de una manera diferente a la que él se había acostumbrado desde su niñez. Más brillante por la nieve. Ese día había salido al jardín principal a caminar. Sus botas dieron sonorosos ecos por las botas que chocaban con las tablas, su abrigo se meció entre sus piernas por las ráfagas de viento. Había pasado un día desde el celo. Y Louis...

Él no tenía palabras o una manera de explicar lo que ahora cargaba sobre él. Lo que experimentó. Habría deseado que lo preparasen desde antes. Que alguien le advirtiera de lo que pasaría desde ahora por el resto de su vida, pero estaba desprotegido ante ese profundo e inmenso mar de sentimientos ajenos, calidez, sabores, luces y todos pertenecientes a Harry.

El cuello lo notaba tirante y caliente. La marca centellaba ante la luz del sol por el oro que emanó en conjunto con su sangre. Le enviaba leves destellos de vez en cuando por el rabillo del ojo. La había tocado durante algunos momentos con sus dedos y cada vez que lo hacía, un escalofrío lo recorría desde los pies a la cabeza. Compartir esto...

No. No sabía cómo tomarlo.

No sentía odio, ni malestar, pero era tan extraño que por mucho que intensase descifrar lo que llenaba su cuerpo, mente y espíritu, no podía. No era desagradable tampoco, se sorprendió a sí mismo amando y aceptando todo este manto suave con olores dulces y densos. Sin embargo, este era el primer momento en donde no sentía lo que Harry sentía. Que no notaba sus cambios o la alegría rebosar como chispas.

Su omega estaba dormido. No había dejado de hacerlo desde ayer que el celo acabó por completo. Louis lo había llevado a su habitación envuelto en el abrigo que usaron a modo de cama en el suelo cuando supo que ya no volvería otra ola, dejando el despacho más como un desastre que un sitio decente en donde trabajar. Harry, cuando pudo tumbarse en la cama que compartían, no demoró en acomodar las cosas. Como si siempre hubiera sabido como crear aquel nido que le nombró días atrás. Louis lo observó atentamente. Harry había puesto las almohadas alrededor de la cama, luciendo destrozado y agotado. Luego, adentro de esa especie de trinchera, acomodó el abrigo, ropa suya con la de él, mantas, y se cubrió con el cubrecamas. La cama... se convirtió en un verdadero nido y Harry fue un ovillo flojo que se quedó profundamente dormido en medio.

Louis deseó tumbarse a su lado y envolver su agotado cuerpo con sus brazos, pero solo se dispuso a verlo quedar dormido, para él hacerlo en el diván como siempre.

Al menos Novalie no se quejaría por haber salido de la celebración de un momento a otro y tomado uno de los caballos. Tampoco de haber destrozado el despacho. Ese sitio se lo había dado hasta que su estadía acabara y él se encargó de limpiar todo ahora. O mejor dicho, se lo había ordenado a Wooyoung.

El ex desertor, aunque puso un semblante de fastidio y asco, obedeció a sus órdenes. Era mejor así para ambos. Para él. Louis no tendría ninguna pizca de consideración si ese chico se pasaba de listo y comenzaba a mostrar actitudes inapropiadas al acuerdo que ambos ejecutaron cuando se conocieron.

También le había ordenado llevarle el desayuno a Harry. Así su omega cuando despertara, podría alimentarse como era debido y recuperar las energías que perdió durante toda la noche anterior. Louis le había permitido dormir todo el día. Descansar todo lo que antes no pudo y, suponiendo como el sol ya estaba ubicado sobre ellos y anunciaba el mediodía, comprendió que Harry no despertaría hasta la tarde.

Él se había bañado, vestido y salido a caminar al jardín para aprovechar el sol. Según Novalie, días como estos no eran comunes. El sol muy pocas veces salía e iluminaba Momoru, así que Louis se encaminó a tomar hasta la última gota de rayo mientras se acostumbraba a la marca. A tener a Harry entrelazado con él sin peros o contras. Quien había secuestrado...

The king's heart (l.s) #2Kde žijí příběhy. Začni objevovat