XX: Absuelto

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El agradable aroma de infusiones, carne y azúcar, envolvía la casa real por la tarde. Harry caminó a un lado de Louis cuando ambos estuvieron listos para cenar. Louis se había vestido con un traje negro, botas hasta sus rodillas y pantalón que se ceñía perfectamente a sus piernas. Un abrigo caía por su cuerpo, cubriéndolo hasta los tobillos mientras un cinturón se ajustaba a su cintura. Con esos colores, más el dorado que envolvía sus dedos, se veía aterrador. Como la clase de rey que sería capaz de comenzar tempestades sobre su pueblo.

Pero Harry sabía que, bajo toda esa ropa oscura y el oro en su piel, había un hombre dulce que luchaba por cambiar. Eso le hizo sentir cosquillas en el vientre, a la vez que su lazo se tensaba y le hacía suspirar. La luna llena continuaba presente, así que iba con su mano puesta en el brazo de él. A pesar de las semanas que Louis estuvo en el bosque, alimentándose pobremente, sus músculos persistían duros y anchos. Sus dedos se vieron pequeños en el bíceps de él, más aun con su altura. Harry apenas le llegaba al hombro.

A diferencia de Louis, a Harry le habían dado otro tipo de ropa, una muy diferente a todas las que estuvo usando los días pasados. Suponía que, como Louis había regresado y la propuesta de matrimonio volvió a estar en pie, Novalie pensó que sería propicio tratarlo como un príncipe en vez de a un viudo. Harry intentó no molestarse, pero las palabras de Urayama resonaban con fuerza en su cabeza. A él solo le entregaban respeto por Louis. Si su alfa moría, él no pasaría a ser nada más que un omega que estuvo a punto de meterse en la cama de un rey. Pensarlo le hizo bajar la cabeza y mirar sus pies, las botas negras brillaban, mientras su camisa larga de color bordó, rozaba sus muslos cubiertos por el pantalón de cuero.

—¿Nervioso?

—¿Ah? —Harry alzó la cabeza. No se había dado cuenta que se aferró al brazo de Louis con más fuerza de la usual. Aflojó el agarre a la vez que negaba —. No estoy nervioso. Solo... pensaba.

—¿En qué?

—En que sin ti, en este lugar no soy nada más que el hijo de Viggo. Contigo el trato es diferente, me escuchan y me miran diferente. No me gusta.

—Tienes tiempo para cambiar eso.

—En eso pensaba —se detuvo, parándose frente a Louis. Él miró sus rizos peinados y definidos que caían en brillantes bucles por su nuca. Sedosos. Había trenzado algunos mechones, pero no pintó su rostro como habría hecho. Las líneas vikingas ya no estaban en su rostro. Louis alzó una mano y acarició su mentón. Harry ocultó una sonrisa, había olvidado por completo lo que se sentía que alguien lo mirara como si fuera lo más preciado en la vida —. Quiero crear mi nombre. Que me recuerden no solo como tu pareja. Quiero ser... Quiero que cuando escuchen mi nombre no solo piensen en que fui tu omega y esposo. Quiero que me recuerden como un guerrero, un chico que, a pesar de todo, pudo combatir y derramar su sangre en venganza.

—La venganza no es algo que termine de buena manera.

—Denébola me arrebató a Alden y a mi madre. Destruyó mi aldea. Matarla será en venganza por eso. La muerte de mi hermano no será en vano.

Los ojos de Louis brillaron. Polvo dorado danzó en sus pupilas. Se inclinó lentamente hacia Harry y observó sus labios, para luego sonreír seductoramente. Harry sintió que sus piernas temblaban.

—La muerte de Alden no será en vano. Tienes mi espada y mi corona. El apoyo de todo mi reino. Tu venganza será hecha. Al igual que la mía. Ambos, cobraremos venganza por la tiranía que esa mujer ha derramado sobre nosotros. Y tu nombre será cantado alrededor de todo el continente. Tus hazañas quedarán grabadas en la eternidad. 

El pulgar dorado de Louis acarició su labio inferior, para luego juntar su boca con la suya. Harry dejó de respirar cuando un beso dulce, cálido, lleno de cariño, se le fue dado por su alfa. Cuando Louis se separó, estaba sonriendo. Volvió a ofrecerle el brazo, el cual Harry aceptó con las mejillas rojizas y un nuevo sentimiento empoderado resonando en el fondo de su alma. Volvieron a caminar hacia la sala de Novalie. Esta vez, Harry se sintió más ligero. Tener el apoyo de Louis era todo lo que necesitaba, porque si su padre se negaba otra vez a apoyarlo e ir a Nymeria, ahora podría llegar de todas maneras con Louis.

The king's heart (l.s) #2Where stories live. Discover now