La chica del bar 4

Capitulo 13 " oscuridad"

Narra Emily:

Caminaba de un lado a otro mientras retorcía mis manos sin dejar de pensar en mi deseo. Era algo muy fuerte que se llevaba mis fuerzas y desde la mañana que me estoy sintiendo muy mal, el dolor en el estomago es tan horrible que se quien la causa, y pienso una y otra vez en una nueva solución a tanto problema.

Salgo de la casa sin que nadie se diese cuenta y camine dos cuadras a paso apresurado, sudando frío y sintiendo como la camiseta se pega a mi cuerpo. Mi respiración esta algo agitada y relamo los labios cuando veo a los chicos que siempre venden la mercancía. Los colores de aquellas bolsitas hacen de mis sentimientos una locura, pero no me quejo ya que hace mucho no se me metía a la mente volver al ruedo.

_ ¡Hey Emily tanto tiempo!, ¿qué tal va todo en tu vida?_Pregunto uno de ellos mientras levantaba los brazos hacia el cielo.

Hice una mueca y metí rápidamente una mano dentro del bolsillo de mi campera y busque unos billetes que venia ahorrando con algo de cautela. Me fui acercando mas y mas hasta poder estar por fin frente a ellos.

_ Estoy bien solo que necesito ya sabes....necesito un poco despejar mi mente, a mi me has ayudado muchas veces y realmente necesito consumir un poco de aquello_ Respondí con voz temblorosa mientras sentia gotitas de sudor bajar por mis sienes.

ÉL sonrió y luego sacó de su bolso una de las bolsitas color azul junto con una jeringa cubierta en nylon especial. Tomé todo con cuidado para no pincharme y luego le deje en su mano los dolares que merecía por el favor.

Sin decir nada mas me di la vuelta y empece a caminar hacia nuestra casa, los niños no estaban presentes porque habían salido de paseo con Natalia, y ella les había prometido llevarlos a cine si aprobaban con las notas del colegio y es por eso que decidí aprovechar el tiempo que antes no tuve para mi. Me pase una mano por el rostro para sacarme el sudor y luego cerré de una patada la puerta del baño, le puse llave y encendí la luz para ver mejor.

Abrí la bolsita y volqué un poco en una cuchara de metal, la queme con el encendedor que siempre llevaba a todas partes y espere que hierva hasta que sean simples burbujas dentro del liquido, relamí los labios mientras aguardaba el momento y luego me aleje ya con la jeringa preparada.  Me senté dentro de la bañera vacía y me levante la manga de la camiseta, ate a mi brazo un elástico y estire lo mas que pude hasta poder ver mis venas en todo su esplendor, podía sentir mis latidos acelerados y mordí mis labios mientras veía como la aguja entraba en una de mis venas y depositaba aquella droga en mi sistema. Unos segundos después me quite todo y lo deje arriba de un mueble para el jabón y esas cosas. Recosté mi cabeza en la bañera y comencé a ver borroso, tenia una sensación de pesadez en todo el cuerpo y empece a ver cosas que antes no estaban, como por ejemplo empece a notar de cerca la sonrisa de Natalia, su cabello lacio al ser acariciado por el viento y también escuche su risa cada vez que termina de oír unos de mis chistes famosos.

Cerre mis ojos y me estire el jeans que apretaba cerca de mis pantorrillas, empece a relajarme y mantuve mi cerebro en algo especifico.

....

Escuchaba a los niños comentar el final de la película de animación que acabamos de ver en el cine y acaricie el cabello de mi princesa mientras la veía reír con unas papas fritas entre sus dientes. Ella quería estar con su muñeca favorita y tuve que traerla conmigo o seguramente que lloraría hasta la vuelta. Sus hermanos comen las hamburguesas de McDonalds y toman de sus gaseosas para darse una dosis de azúcar y así ser mas eufóricos que de costumbre. Por mi parte estoy degustando una bandeja pequeña de pasta con salsa de camarones, cuya comida se me antojo de repente. 

_¿Cuándo vendrá Daniel a visitarnos?_Preguntó uno de los gemelos y me limpie la boca con la servilleta descartable antes de responderle.

_Vamos a ir a visitarlo cuando ustedes salgan de vacaciones, y seguramente él para ese entonces estará descansando de sus cursos extracurriculares_ Respondí mientras me rascaba la frente. Parpadee rápidamente al recordar que tenia que hacer una llamada  y al momento de tomar mi celular empezó a sonar y a vibrar encima de la mesa. Lo tome con rapidez y me tapé un oído para escuchar mejor.

Me sostuve la frente con una mano y luego mis ojos se empañaron por las lagrimas que amenazaban por salir en cualquier instante.

_¿Dónde... dónde está ahora?_Pregunte angustiada y en tono lo mas calmo posible para no alertar a mi hijos.

Asentí con la cabeza al conocer la dirección que me estaban indicando y corte la llamada para empezar a guardar todo en mi bolso.

_Mami ¿estas bien?_Escuche preguntar a Francesca y asentí mientras le hacia poner de pie y le abrigue con su chaqueta de jeans.

_ Agarren sus cosas que tenemos que ir a casa de la abuela ¿esta bien?, tengo que hacer algo de adultos y no pueden estar presentes_ Respondí tajante mientras sentía un nudo en la garganta.

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Narrador_

Natalia estaba de pie apoyada sobre la fría pared de la habitacion, veía como su chica,como  su prometida dormía después de tanto drogarse con la Heroína que había adquirido tan fácilmente por las calles a altas horas de la noche, sin ni siquiera tener algo de consciencia.  Ella estaba cansada de pasar por lo mismo siempre que se daba la ocasión, y siempre estaba ahí entre sus adicciones y las mentiras, pero en el fondo sabia que no tenia la culpa, de alguna manera esto tenia que parar o no seria sano para ningún miembro de la familia.

Su celular vibro dentro de su bolsillo y atendió la llamada al instante, era su hijo mayor el que la llamaba desde muy lejos, las noticias habían volado tan rápido que no evito preocuparse por su otra madre, quizás pensaría que si no se hubiera ido todo esto se hubiera evitado.

Natalia caminaba de un lado a otro mientras se pasaba una mano por el cabello,intentando hablar en tono calmo pero la angustia era difícil de contener y se largaba a llorar por no saber ser una mujer tan fuerte como siempre se propuso serlo y de repente escucho quejidos y miro hacia la cama.

_Tengo mucha sed......yo lo siento en verdad_ La escuchó decir con débil voz y se obligo a despedirse de su hijo antes de cortar la llamada. Se acercó a su chica y le ayudo a tomar de una botella de agua que le habían dejado por si acaso despertara del trance. Se quedaron mirando la una a la otra, y aunque no tenían nada que decirse se tomaron de las manos con fuerza, tratando de pasarse alguna clase de fuerza energética para salir de este oscuro problema, y mas allá de que quisiera gritarle varias cosas a la cara, decidió por primera vez estar ahí para su prometida y ayudarla en lo que se encontraba a su alcance.