Capitulo 57

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Prácticamente había dormido con Cristian, no recuerdo si nos dijimos cosas ni tampoco nuestros gestos en el punto mas alto de la excitación, pero aquí estábamos viéndonos, aun en la cama mientras que sentía sus caricias en mis dedos.

Sabia que en el fondo de mi ser había una pequeña voz que me iba diciendo todo lo bueno y malo que estaban en mis decisiones y supongo que esta vez cometi el error de no escucharla. Me removí entre las sabanas y luego me senté despacio, el dolor de cabeza me estaba matando y necesitaba tomar urgente un analgésico.

Mientras intentaba desatar los cordones de mis calzados senti como sus besos pasaban de mi hombro hasta mi cuello, sus manos hicieron a un lado mi cabello y escuche su risita.

_Eres preciosa en la mañana, me gusta admirarte_ Lo escuche decir en tono divertido y lo mire con las cejas levantadas.

_Entonces me quieres decir que por las noches soy fea y vil_ Respondi nerviosa y luego mordi mi labio inferior.

Estiro mi labio y luego me beso, con unas ganas que me dejo mareada, no me quede atras y lo abrace tomandolo de la nuca. Sus manos tomaron mi cintura y me hizo acostar en la cama, quede boca arriba y lo vi situarse encima, mis manos las puse en su espalda y gemi al sentir su lengua hurgar en mi boca.

_Eres hermosa y me gustas mucho_ Susurró sobre mis labios y lo bese mientras intentaba cubrirnos con las sabanas.

....

Dos semanas habían pasado desde que Cristian me había pedido ser su confidente, su mas que amiga, en realidad me pidió ser su novia y acepté la propuesta. Es dulce, atento y cada día me enseña un poco mas de la mecánica en lo que respecta a temas de motocicletas. Su padre le había dejado el taller en su poder antes de morir y creo que me vi reflejada en aquello.

Aunque no se si aun tomar la decisión de tomar el puesto en la empresa, no quiero encontrarme con mi padre y decirle que ya todo quedo en el pasado, pero mas pasa el tiempo y lo pienso peor. Recuerdo cuando era niña y veía a mi madre cocinarle su plato favorito para luego verlo gritar obscenidades mientras hacia volar el plato hacia el suelo. Mi madre lloraba y luego con algunas palabras de él terminaba perdonándolo.

Se que no quiero eso para mi vida, y tampoco haría ese daño en mi pareja, prefiero ahogarme en copas que ver sufrir a un ser querido. Intento miles de veces entender que estoy aquí por alguna razón y me digo a mi misma que todo va a salir bien.

Ya falta poco para poder por fin irme de Coney Island, realmente ya me habia hartado de los pequeños bares y me aburría de ver siempre a la misma personas en la playa. Mi gusto por la música era lo único que me mantenía consciente de que muy pronto las cosas cambiarían.

_¿Entonces saldremos a comer esta noche?_ Cristian pregunto con alegría mientras acomodaba los vasos en las alacenas.

_Sí, ademas tengo unas super ganas de comer comida tailandesa_ Dije divertida y me senté en el sillon para luego llevar una mano a mi nuca, me estaba sintiendo mal pero no quería decir nada.

Cristian corrió hacia mi lado y me sostuvo del brazo.

_ Hey ¿que tienes?_Pregunto asustado y jadee mientras lo miraba en estado borroso. El sonido de su voz era lejano y empece a tener escalofríos en todo el cuerpo.

_Creo que mejor dejamos la cena para otro día, creo que me iré a dormir_ Dije con dificultad y me levante del sillón, camine unos pasos y luego mi mundo se dio vueltas.

Recuerdo el olor a alcohol etílico entrar por mis fosas nasales y de enfocar la visión para ver el rostro asustado de Cristian. Sus mejillas sonrojadas y sus labios que se movían lentamente me hacia estar consciente de todo a mi alrededor.

...

Me habían dicho que se me había bajado la presión arterial, pero yo sabía muy en el fondo que estaban equivocados. Cuando me miro al espejo veo a alguien más, alguien ajena a mi persona, veo unos ojos oscuros y también cicatrices no visibles.
Yo haría ese viaje cueste lo que me cueste, y si tuviera que sacrificar todo lo que me parecía real y sincero pues lo haría sin pensarlo dos veces.
Caminé de un lado a otro y luego tomé aire profundamente, el miedo y el rechazo estaban en mi mente dando vueltas como una máquina.

_Se supone que esto no pasaría, estoy asustada y estoy enojada conmigo misma_Empecé a decir furiosa y con tono de melancolía.

Él, que tenía las manos en la cabeza solo balbuceaba y mis nervios habían estallado. Froté mi mentón y apreté los ojos con fuerza.

De pronto sentí sus manos rodear mis caderas y lo miré de frente, tenía los ojos llorosos y una sonrisa amplia, emoción eso era lo que estaba sintiendo y mi pulso se aceleró cuando puso sus manos en mi vientre.

_Todo va a salir bien, yo estaré contigo apoyándote, y sé que nuestro bebé tendrá a unos padres asombrosos, ya lo verás_ Comentó de cerca y apoyando su frente en la mía.

Apreté sus mejillas y sollocé mientras no cortaba el contacto visual.

_ No es lo que deseo para mi vida, voy a tomar ese avión porque me lo merezco y no dejaré mi sueño por nadie.Estoy harta de ser una simple Emily que arregla motocicletas cuando las personas requieren de mi ayuda_Entoné nerviosa pero segura de mis palabras.
_Pero yo amo a esta Emily y no la cambiaría por nadie_ Lo escuché decir con alegría y me solté de su agarre.

Me acerqué a la mesa y me serví agua gasificada, me senté en una silla y empecé a leer nuevamente el folleto de la Universidad.

Me acerqué a la mesa y me serví agua gasificada, me senté en una silla y empecé a leer nuevamente el folleto de la Universidad

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La chica del bar 4 Where stories live. Discover now