Capítulo 47

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Narra Natalia:

Me encontraba descalza y mirando hacia una persona, una especificamente ya detestable.
Emily aún seguía en el agua y me salpicó  provocando mi mirada enojada, ya no me importaba lo que tuviera que decir.

_ Te ves sensual.....cielos_ La escuché decir alevosamente y me agaché para señalarla.
_Aléjate de mi, te he puesto una denuncia y el maldito papel dice que no puedes acercarte a nosotros_Comenté entre dientes y la vi sonreir con suficiencia.
_ Me importa una mierda lo que has hecho contra mi_ Soltó Emily algo furiosa y asentí mientras me llevaba las manos a las caderas.

Quité la soga del muelle y la tiré lejos evitando que la canoa siga agarrada a éste sitio. Tenía ganas de llorar pero me contuve cuando la vi salir del agua, se acercó a mi y tomó mi mano provocando mi mirada llorosa.
Nos quedamos viendo y cuando intentó robarme un beso giré mi rostro a tiempo, mordió sus labios con fuerza y por primera vez vi en sus ojos dolor. No me importó y empecé a caminar hacia la casa.
Como no oí pisadas supuse que alli quedaría todo, y me vale lo que piense de mi y mi nueva relación. Una vez dentro cerré la puerta con llave y me limpie las lágrimas antes de que Hannah me descubriera tan nerviosa.

Me acerqué a la sala de estar y vi una escena preciosa para mis ojos, ahí estaba ella dándole el biberón al bebé mientras le contaba un cuento. Le acariciaba la pansita y luego le susurraba cosas bonitas que provocaban la mirada fija de Áaron que ya escuchaba todo y se entretenia con la voz de alguien.

_Eres muy bonito, y me alegro de haberte conocido. Mira que grande ya estas, en cualquier momento esa ropa no te entrará y tendré que ir a comprar más solo para verte tan buemoso_Le dijo en tono amable y sonreí mientras me acercaba.

Me senté a su lado y escondí mi rostro en el hueco de su cuello, ella buscó mi mirada y luego le robé un beso, uno tierno y significativo.
Acaricié la cabeza de mi hijo y luego le hice una mueca graciosa provocando su sonrisa.

_Ven con mamá, te haré provechito y luego iremos afuera para tomar un poco de aire_ Dije alegre mientras le quitaba el biberón y luego lo apoyaba en mi hombro y empecé a palmear despacio su espalda mientras sentia la mirada de Hannah.
_Eres una gran madre, que no te quepa duda_Susurró en mi oido y le sonreí agradecida mientras me alejaba cargando al bebé.

Salimos afuera y un viento se levantó haciendo que le cubriera la espalda al bebé con una manta. No vi la canoa y tampoco a Emily asi que supuse que se había ido y entendido que ahora estoy con alguien más. El día estaba hermoso y no dejaba de meserlo provocando su risita y sus balbuceos mientras sus manitos tiraban de mi cuello de la camisa.

_Iré a hacer algunas compras, ya falta poco para que los niños lleguen en la lancha escolar y quiero recibirlos con su merienda favorita. Pórtensen bien_ Dijo Hannah divertida mientras que luego nos besaba la frente y se alejaba de nosotros.

La vi subirse a su pequeño barco y encendió el motor estirando el hilo unas tres veces. Nos sonrió y luego se sentó en el asiento del conductor.

Por mi parte decidí meternos a la casa y aguardar que la lancha escolar tocara tierra y poder ir a recibirlos. Pero solo iban a tardar unas dos horas más.
.....

El timbre había sonado y abrí los ojos, me habia quedado dormida en el sillón y noté como Áaron dormía plácidamente en el huevito. Me acomodé el cabello y salí de la casa, una mujer de cincuenta años bajaba a los niños, uno por uno hasta que me vio y me saludó con la mano. El atardecer comenzaba y sonreí a Francesca que fue la primera en correr y venir a abrazarme. La llené de besos y luego a sus hermanos que me apretaban mientras reían alegres.

_¿Cómo les fue en la escuela?, quiero que me cuenten todo con lujo de detalles. Los extrañé amores, no saben cuanto_ dije alegre viendo como la cara de Francesca cambiaba.

Me giré para seguir su mirada y descubrí que Emily nos estaba viendo, esta vez se encontraba llena de lodo y tenía unas lastimaduras en los brazos, eran como grandes rasguños.
Se acercó cogiando y luego suspiró mientras se sostenía el brazo izquierdo.

_No sabía que había animales salvajes en ésta región_Comentó en tono bajo y levanté los hombros.
_A sesenta kilómetros está la gente que caza osos pardos. Pero no nos acercamos ni estando locos_ Empecé a decir en tono calmo y suspiré_ Entra, voy a curarte la herida que tienes, se te puede infectar.

 Pero no nos acercamos ni estando locos_ Empecé a decir en tono calmo y suspiré_ Entra, voy a curarte la herida que tienes, se te puede infectar

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La chica del bar 4 Where stories live. Discover now