Capitulo 73

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Me quite la corbata de mala gana y me senté en el banco, el calor se me subió de repente y miré como los gemelos armaban una lucha en el césped del parque. Mis manos estaban sudadas y sentía ganas de llorar, pero debía demostrar que nada de lo que me decía me afectaba, era seguro que mi rostro reflejaba lo contrario.

_¿Y ya le has pedido matrimonio? _Pregunté mientras rascaba mi rodilla por encima de la tela suave del traje.

Hannah me quedo viendo y luego tragó saliva, le agitó un sonajero a la bebé y suspiro.

_Aun no tuve la oportunidad de hacerlo, quiero que sea mágico_ Contestó levantando los hombros y fruncí el ceño.

_No sé que tanto te tardas, para ella será bonito de cualquier forma, no le importa los lujos_ Comenté entre dientes y ella me miro sorprendida.

_ Ella no es cualquiera, así que yo lo se lo pediré de una forma especial y no tengo porque hablar de estas cosas contigo. Querías ver a tus hijos pues ahí los tienes, ve a pasar el rato con ellos_ Señaló a los gemelos y a Francesca que estaban jugando a la pelota.

Sentía un nudo en mi garganta y me levanté, me quite el saco y

Lo deje encima de la mesa de madera gastada, me quite los zapatos y comencé a correr hacia ellos, le quite la pelota de fútbol a David y este empezó a reír mientras intentaba quitármela, su hermano Bruno le siguió y me reí al caerme de boca al césped. Se me tiraron encima y empezaron a llenarme de besos y de cosquillas, no me quede atrás y comencé a entregarme al juego de cosquillas, pero me preocupaba la mirada que tenia aun en el rostro, Francesca, creo que ella no me iba a perdonar fácilmente.

Me senté de golpe y me acomode el cabello despeinado, sentía sus nervios y enojo, creería que en cualquier momento se iba a largar a llorar.

_Siento mucho lo que te dije anteriormente, no fui una buena mamá y lo lamento tanto. Quisiera que con el tiempo logremos volver a ser amigas, me gusta mucho tu muñeca, ¿es nueva?, te extrañe pequeña_ Dije angustiada y sollocé mientras la veía acercarse apretando la muñeca contra el pecho.

_ Tú no eres mi madre, nunca lo fuiste, porque mi mamá está muerta y ahora estoy al cuidado de mi tía Hannah. Es a ella que veo como una verdadera mamá_ Francesca soltó con cierto enojo en su voz y mordí mis labios intentando que mis lagrimas no salieran.

Tenia razón, en todo el tiempo que estuve a su lado jamás me comporte como una verdadera madre y en cierto punto me había perdido del crecimiento de todos, me volví una arrogante mujer que vivía del sexo, alcohol y drogas y no estuve para ellos cuando mas me necesitaban. Me duele recordar que tampoco estuve para Natalia.

Limpie una lagrima que bajaba por mi mejilla y luego me levante del césped, camine hacia donde se encontraba Hannah cargando a la bebé y cuando me vio levanto la cabeza.

_¿Por qué no ha venido Áaron y sí Francesca? tengo derecho de verlo, lo extraño_ Pregunté molesta y la oí suspirar de mala gana.

_Porque está disfrutando de los dibujos animados con su madre, está tranquilo y quiero que así continúe_ Me respondió Hannah y sonreí con sarcasmo.

No lo pensé dos veces y tomé mi saco, me alejé de ellos y caminé hacia mi coche de vidrios polarizados, ahora que volvía a trabajar en la empresa decidí vender la moto e invertirlo en un coche mas amplio y seguro para llevar a mi hijo cuando crezca.

Encendí el motor y noté de reojo como Hannah se ponía de pie y admiraba la situación, decidi alejarme del parque tocando el pedal a fondo.

....

Me pase una mano por el cabello y arregle el cuello de mi saco, metí la camisa dentro del pantalón y luego me voltee para tocar el timbre, lo hice una vez y me corrí un poco del umbral. Unos minutos después se abrió la puerta y nos quedamos viendo. Natalia lucia un vestido holgado de color crema y se le notaba el vientre crecido, sus ojos estaban brillosos pero no de verme, estaba sin una pizca de sorpresa.

_ ¿Qué se te ofrece?_ Pregunto cruzada de brazos y miré hacia el interior de la casa, admiré la tv prendida y suspire.

_Vengo a ver a mi hijo, quiero estar con Áaron, por favor si eres tan amable_ Pedí en tono bajo y calmo y nos quedamos mirando.

Se rascó el mentón y luego se hizo a un lado para dejarme pasar, entré no sin antes agradecerle por lo bajo y luego caminé hacia el sillón, pero ahí no estaba Áaron sentado. Realmente estaba de pie y haciendo fuerza sosteniéndose de una mesa para niños pequeños, usaba chupete y vestía jeans, zapatillas y una blusa a rayas de multicolores.

Sonreí mientras mis ojos se llenaban de lagrimas y me acerqué despacio, me agaché y toqué su espalda provocando su mirada, sus ojos eran verdes como los de Natalia y admiré la nariz, igual que la mía.

_ Está tan grande, ¿cuánto tiempo ha pasado ya?, es hermoso nuestro bebé amor_ Dije angustiada y la miré.

Ella estaba aun con los brazos cruzados y se acercó hasta ponerse delante del sillón.

_Va a cumplir seis meses y no me llames amor, porque no lo soy_ Respondió con indiferencia y fruncí los labios.

_Va a cumplir seis meses y no me llames amor, porque no lo soy_ Respondió con indiferencia y fruncí los labios

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La chica del bar 4 Where stories live. Discover now